Tras la sentencia dictada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en la causa Wa Baile contra Suiza, Alicia Giraudel, asesora jurídica de Amnistía Internacional Suiza, ha manifestado:
”La sentencia de la causa Wa Baile es una oportunidad para que el Tribunal promueva la protección jurídica frente a la elaboración de perfiles raciales y la discriminación racial por parte de las fuerzas policiales, así como para que brinde orientación sobre este asunto a los gobiernos de toda Europa. El derecho y las normas internacionales no dejan lugar a dudas. La policía sólo puede efectuar controles de identidad, así como altos y registros, cuando existen sospechas razonables de criminalidad; la discriminación está prohibida. Elaborar perfiles raciales viola los tratados internacionales y europeos de derechos humanos.”
“Es probable que el caso de Wa Baile sea tan sólo la punta de un iceberg mucho mayor. Son muchas las ocasiones en que las autoridades europeas no han reconocido ni combatido el persistente problema sistémico que se deriva de la elaboración de perfiles raciales.”
“Suiza debe tomar medidas inmediatas para revisar sus leyes, directrices y prácticas con vistas a adecuarlas a las normas internacionales a fin de impedir que se sigan utilizando perfiles raciales. Este caso debe ser también una llamada de atención a todos los Estados europeos, que deben asegurarse de cumplir su obligación de impedir activamente que las fuerzas policiales apliquen un trato tan discriminatorio y desigual.”
La sentencia llega una semana después de que la Policía Metropolitana de Reino Unido desmantelara su división sobre violencia de bandas (Gangs Violence Matrix) tras más de una década de polémicas por elaborar perfiles raciales, usar prejuicios raciales y actuaciones desproporcionadas.
Información complementaria
Consulten el análisis de la sentencia realizado por Amnistía Internacional aquí (en inglés).
En 2015, la policía suiza sometió a Mohamed Wa Baile, ciudadano suizo negro, a un control de identidad en una estación de tren de Zúrich cuando iba a trabajar. Le pidieron reiteradamente que se identificara, pero como no le dieron ninguna explicación del motivo, Mohamed Wa Baile se negó. A continuación, lo sometieron a un registro. Mohamed Wa Baile recibió una multa de 100 francos suizos por negarse a identificarse y una condena.
Amnistía presentó una intervención de terceros en la causa, en la que examinaba el derecho a no sufrir discriminación en las actividades de aplicación de la ley y ponía de relieve la grave inacción de Suiza con respecto a su obligación de prevenir e investigar de forma efectiva la elaboración de perfiles raciales.