Las autoridades de facto huzíes han llevado a cabo una alarmante campaña de arrestos acorralando a decenas de manifestantes mayoritariamente pacíficos que se habían reunido para conmemorar el aniversario de la revolución del 26 de septiembre en el país; así lo ha manifestado Amnistía Internacional. La organización insta a las autoridades de facto huzíes a poner en libertad de inmediato y sin condiciones a toda persona recluida únicamente por ejercer su derecho a la libertad de reunión de manera pacífica al manifestarse.
En una draconiana demostración de fuerza, las autoridades de facto huzíes han puesto en marcha una campaña de arrestos masivos, lo que demuestra su flagrante desprecio por el derecho a la libertad de expresión y de reunión pacífica. Las autoridades deben poner en libertad inmediata e incondicional a toda persona detenida sólo por ejercer sus derechos”, ha dicho Grazia Careccia, directora regional adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África.
“Es indignante que personas que se manifestaban para conmemorar una fecha histórica nacional sufrieran ataques y arrestos y ahora se enfrenten a cargos sólo por ondear banderas. Esta campaña represiva es otra demostración de hasta dónde están dispuestas a llegar las autoridades de facto huzíes para reprimir la libertad de expresión en las zonas bajo su control.”
El 26 de septiembre, fecha que marca el establecimiento de la República Árabe de Yemen en 1962, la gente se echó a la calle en gobernaciones de todo el país, incluidas Saná, Ibb y Hudaida, portando banderas de la república yemení para celebrar el aniversario.
Según informaron las autoridades policiales al abogado Abdel Majid Sabra, quien sigue los casos de 20 personas detenidas tras las manifestaciones, hay cientos de manifestantes detenidos en comisarías de toda Saná.
Otra abogada que estuvo en las manifestaciones de Saná contó a Amnistía Internacional que simpatizantes de las autoridades huzíes y miembros de las fuerzas armadas huzíes les habían atacado a ella y otros manifestantes y les habían confiscado violentamente sus banderas en varios distritos de Saná, entre ellos Jawlat al Alam y Jawlat Aser. Así lo contaba:
“Simpatizantes huzíes que coreaban consignas prohuzíes nos atacaron en Jawlat al Alam. Nos lanzaron piedras cuando estábamos en nuestros vehículos. Un simpatizante huzí me retorció el brazo para quitarme violentamente la bandera de la mano.
En Jawlat Aser, miembros de las fuerzas armadas huzíes confiscaron la bandera por la fuerza a una niña que iba conmigo en el coche, la pisotearon y corearon el lema huzí. También los vi atacar a un hombre que iba en motocicleta y confiscarle la bandera. Nos atacaron y nos llamaron traidores. Me sentí humillada […] Fue un atentado contra mi dignidad y mi humanidad.”
Amnistía Internacional ha verificado imágenes de vídeo en las que se ve a las fuerzas armadas huzíes arrestando a manifestantes. En otro vídeo se ve a un manifestante con heridas en la cabeza.
Las manifestaciones fueron en gran medida pacíficas, aunque un número reducido de manifestantes lanzaron piedras en incidentes aislados.
Abdel Majid Sabra, abogado que sigue los casos de 20 manifestantes en detención, dijo que varios detenidos se enfrentaban a cargos imprecisos como los de generar “caos” y “actuar motivado por otros partidos”. Las personas detenidas con las que habló dijeron que las fuerzas de seguridad habían actuado selectivamente contra ellas por llevar la bandera nacional de Yemen.
Información complementaria
Desde 2015, Amnistía Internacional ha documentado cómo las autoridades de facto huzíes utilizan tácticas represivas para suprimir el derecho a la libertad de expresión y silenciar la disidencia pacífica en las zonas bajo su control, hostigando, amenazando, deteniendo arbitrariamente y procesando a periodistas, activistas de la política, defensores y defensoras de los derechos humanos y otras personas por ejercer pacíficamente su derecho a la libertad de expresión.