El año pasado se produjo un aumento de la legislación discriminatoria contra las personas LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales) en toda África, ha manifestado hoy Amnistía Internacional.
En un nuevo informe en el que se analizan 12 países africanos, Amnistía Internacional documenta la instrumentalización de los sistemas jurídicos en 2023 para atacar y discriminar sistemáticamente a las personas LGBTI. Se incluyen casos en que las leyes se emplearon sin piedad para perseguir y marginar a miembros de la comunidad LGBTI, lo que señala una preocupante tendencia a utilizar los mecanismos jurídicos como instrumentos de opresión.
En toda África, las personas LGBTI se hallan ante una inquietante regresión de sus avances, se enfrentan a protestas incesantes contra su identidad y deben superar obstáculos descomunales para ejercer sus derechos legales y sociales.
Tigere Chagutah, director regional de Amnistía Internacional para África Oriental y Austral
“En toda África, las personas LGBTI se hallan ante una inquietante regresión de sus avances, se enfrentan a protestas incesantes contra su identidad y deben superar obstáculos descomunales para ejercer sus derechos legales y sociales“, ha declarado Tigere Chagutah, director regional de Amnistía Internacional para África Oriental y Austral.
“Las detenciones y reclusiones arbitrarias se han convertido en algo demasiado habitual, que tratan como delito el mero hecho de ser quien se es. En algunos lugares, la pena de muerte se presenta como una sombra amenazante, un castigo terriblemente injusto por el hecho de que una persona sea como es. Nos enfrentamos a algo que no puede más que describirse como una crisis cada vez más grave de persecución judicial homófoba.”
Instrumentalización de las leyes contra las personas LGBTI
En África, 31 países penalizan aún la actividad sexual consentida entre personas del mismo sexo, pese a que contradicen claramente las normas internacionales de derechos humanos y de la Unión Africana. Ha habido una tendencia a endurecer las leyes existentes en algunos Estados africanos. En Uganda, por ejemplo, donde la actividad sexual consentida entre personas del mismo sexo ya era ilegal, la aprobación de la draconiana Ley contra la Homosexualidad en 2023 empeoró aún más la situación. Una siniestra oleada de leyes de contenido similar está a punto de aprobarse en todo el continente.
En Ghana, las personas LGBTI siguen sujetas a discriminación constante y a diversas violaciones de derechos humanos. La situación puede volverse aún más precaria para las personas LGBTI si el Parlamento de Ghana da luz verde a uno de los proyectos de ley más severos del continente contra los derechos LGBTI. Este proyecto de ley constituye una grave amenaza a los derechos y libertades fundamentales de las personas LGBTI.
En Malawi, las personas LGBTI se enfrentan a un entorno alarmante y hostil, donde la legislación discriminatoria y las continuas violaciones de derechos humanos crean un ambiente de miedo y opresión. La negativa a derogar la nociva legislación homófoba expone a las personas LGBTI a acoso y discriminación a diario.
En Zambia ha habido un notable y preocupante aumento del sentimiento homófobo, al parecer propiciado por una interacción de factores, como las leyes vigentes, las normas culturales y los acontecimientos políticos, que han contribuido a crear un entorno problemático para la comunidad LGBTI.
En Kenia, un miembro del Parlamento presentó el Proyecto de Ley de Protección de la Familia en 2023. Este proyecto de ley es motivo de preocupación, ya que incluye medidas que podrían limitar derechos fundamentales tales como el derecho de reunión, el derecho a la privacidad y el acceso a información y servicios de salud sexual y reproductiva. Con este proyecto de ley se pretende prohibir las conductas sexuales consentidas entre personas del mismo sexo, el matrimonio entre personas del mismo sexo y las actividades relacionadas, lo que tendría graves consecuencias sobre los derechos humanos.
Llamamiento público
Amnistía Internacional pide a los Estados y gobiernos de África que reconozcan públicamente y protejan los derechos humanos de todas las personas por igual, sin discriminación. Además, deben derogar o abstenerse de promulgar leyes que penalicen las conductas sexuales consentidas entre personas del mismo sexo, ya que este tipo de legislación no cumple las normas internacionales ni regionales de derechos humanos, ni respeta los principios básicos de la dignidad y la igualdad humanas.
“Es crucial reconocer que los retos a los que se enfrentan las personas LGBTI en África van más allá del ámbito jurídico e implican una profunda lucha para ganar el corazón y la mentalidad de la sociedad. Sin embargo, el abuso de la legislación ha hecho indudablemente aumentar su vulnerabilidad y pone de manifiesto la necesidad urgente de llevar a cabo una intervención regional e internacional coordinada”, ha declarado Samira Daoud, directora regional de Amnistía Internacional para África Occidental y Central.
Es crucial reconocer que los retos a los que se enfrentan las personas LGBTI en África van más allá del ámbito jurídico e implican una profunda lucha para ganar el corazón y la mentalidad de la sociedad. Sin embargo, el abuso de la legislación ha hecho indudablemente aumentar su vulnerabilidad y pone de manifiesto la necesidad urgente de llevar a cabo una intervención regional e internacional coordinada.
Samira Daoud, directora regional de Amnistía Internacional para África Occidental y Central
“Hacemos un llamamiento a unirnos en solidaridad con las comunidades y personas marginadas, a defender sus derechos y a trabajar por un mundo en el que prevalezcan la justicia y la igualdad, independientemente de su orientación sexual o identidad de género”.