El lunes 8 de agosto, el Centro de Comunicaciones Estratégicas y Seguridad de la Información del gobierno ucraniano hizo una serie de acusaciones falsas sobre la manera en que Amnistía Internacional había obtenido datos utilizados en nuestro comunicado de prensa del 4 de agosto sobre Ucrania.
Amnistía Internacional niega categóricamente estas acusaciones, que carecen de base y son totalmente falsas. Ninguna de las personas que entrevistamos para obtener más datos, además de lo que nuestro equipo de investigación presenció directamente, estaba en prisiones o “campos de filtración” rusos, o en territorios controlados por Rusia (a los que Amnistía Internacional no tiene acceso). Nuestro equipo de investigación entrevistó a todas las personas cuyos testimonios utilizamos en territorios controlados por Ucrania. Todos los testimonios se prestaron voluntariamente y en condiciones seguras.
La investigación publicada el 4 de agosto fue realizada por las mismas personas expertas de Amnistía Internacional que, desde que comenzó la invasión rusa, han estado documentando sistemáticamente las violaciones del derecho internacional humanitario cometidas por Rusia.
Amnistía Internacional ha documentado y denunciado numerosas violaciones de derechos humanos cometidas por las fuerzas rusas, entre ellas ataques indiscriminados, uso de municiones de racimo prohibidas, y ejecuciones extrajudiciales. Muchas de estas violaciones constituyen crímenes de guerra, y seguimos pidiendo que los responsables comparezcan ante la justicia. Amnistía Internacional condena inequívocamente la invasión de Rusia por considerarla un acto de agresión y un crimen de derecho internacional.