Ante la sentencia del tribunal prevista para el viernes en el caso de 18 estudiantes y un profesor turco enjuiciados por participar en un desfile del Orgullo en mayo de 2019, Nils Muižnieks, director para Europa de Amnistía Internacional, ha afirmado:
“Activistas de todo el mundo se han unido a Amnistía Internacional para pedir la absolución de las y los 18 estudiantes y el profesor de la Universidad Técnica de Oriente Medio (METU) de Ankara. Pueden ser condenados a tres años de prisión simplemente por organizar y participar en una marcha del Orgullo totalmente pacífica en el recinto universitario en mayo de 2019 que la dirección de la universidad había prohibido ilícitamente.
“Es escandaloso que la policía respondiera a esta celebración del amor y la solidaridad de estas personas jóvenes con pulverizadores de pimienta, balas de plástico y gas lacrimógeno. No sólo se violaron sus derechos fundamentales ese día, sino que llevan más de dos años ante los tribunales con la amenaza de la cárcel siempre sobre sus cabezas.
“La prohibición de la marcha del Orgullo careció de base jurídica, y se violó el derecho a la libertad de expresión y de reunión pacífica de las y los estudiantes que la desafiaron. El viernes sólo puede haber un resultado justo: la absolución total.”
INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA
Las 19 personas están acusadas de “participar en una reunión ilícita” y de “no dispersarse a pesar de las advertencias”. Y ello a pesar de que, en febrero de 2019, el Tribunal de Administrativo de Apelación de Ankara levantó la prohibición total de las actividades LGBTI+ en Ankara que se había introducido en aplicación del estado de emergencia. No obstante, la dirección de la universidad se amparó en esta prohibición histórica como base jurídica para impedir que la marcha anual del Orgullo en el recinto universitario siguiera adelante.
En junio de 2020, otro tribunal administrativo de Ankara anuló la prohibición ilícita de la universidad y confirmó que carecía de toda base jurídica.
El caso de los y las estudiantes de la METU formó parte de la emblemática campaña anual de Amnistía Internacional Escribe por los Derechos en 2020. Más de 445.000 personas han pedido su absolución.