Este mes celebramos el Día Internacional de la Juventud resaltando la importancia del activismo juvenil para nuestro movimiento en Amnistía Internacional

Una nueva ola de activistas de los derechos humanos está siendo liderada por jóvenes de todo el mundo que están emprendiendo acciones que redundan en cambios reales para su entorno. Esta generación de activistas inyectan con su pasión, coraje y entusiasmo a su trabajo una nueva perspectiva para abordar las injusticias y fomentar los derechos humanos.
En estos días cuando miles de jóvenes inician o retoman sus estudios en Puerto Rico es importante garantizar el espacio para animar su participación en el activismo social. Muy bien lo explicó nuestro nuevo secretario general Kumi Naidoo en su discurso inicial: “Quiero hacer saber, especialmente a las personas jóvenes, que estamos abiertos a ellas y que necesitamos que nos desafíen a hacer un mejor trabajo con la juventud. Tengo la firme convicción de que los y las jóvenes no son los líderes y lideresas del futuro, sino los líderes y lideresas que necesitamos aquí y ahora”.
Las personas jóvenes que acogemos en nuestra organización pueden hacer su práctica profesional en un ambiente de trabajo real que ayuda a desarrollar las destrezas necesarias para el campo laboral. También pueden colaborar haciendo trabajo voluntario en algún área de interés combinando experiencia con la academia.
El trabajo de activismo es el corazón del movimiento amnistiano. Las personas activistas apoyan nuestras campañas y nos acompañan en los espacios públicos para denunciar alguna violación a los derechos humanos. En las universidades y en espacios comunitarios los y las jóvenes pueden formar capítulos universitarios para educar sobre derechos humanos, promover nuestras iniciativas y hacer activismo.
Como organización tenemos el compromiso de asegurar que los y las jóvenes defensoras de los derechos humanos tengan un espacio no tan solo en nuestro movimiento, sino en la sociedad, participando activamente en los asuntos que afectan sus vidas sin represión o censura. Las personas jóvenes siempre han asumido el liderazgo en diferentes movimientos ocupando espacios públicos, denunciando injusticias y logrando cambios para sus comunidades. Ahora más que nunca necesitamos de jóvenes defensores y defensoras de los derechos humanos. En Amnistía Internacional tenemos las puertas abiertas para las personas jóvenes y asumimos el reto de trabajar con una nueva generación de activistas que en definitiva no va a pasar desapercibidas.