“Pese a las cínicas medidas de represión del gobierno contra los derechos humanos, los y las activistas por la justicia y la libertad no van a ser silenciados”, ha declarado Amnistía Internacional en el primer aniversario de la detención de Taner Kılıç.
El presidente de honor de Amnistía Internacional Turquía fue detenido el 6 de junio de 2017 por el cargo infundado de pertenencia a una organización terrorista. Desde entonces, más de un millón de personas han alzado la voz y apoyado la campaña de Amnistía en favor de su libertad inmediata.
“Hoy lamentamos el año de la vida de Taner Kılıç que el gobierno de Turquía le ha arrebatado injustamente, pero es también el momento de redoblar nuestros esfuerzos para obtener su libertad y la de muchos otros activistas de la sociedad civil cuyo trabajo les ha costado la libertad”, dijo Salil Shetty, secretario general de Amnistía Internacional.
“Las autoridades turcas fomentan un clima de temor persiguiendo sin piedad a quienes se atreven a expresar lo que piensan. Pero hoy, los cientos de miles de seguidores de Taner en todo el mundo se unen en solidaridad para enviar un clamoroso mensaje al gobierno turco: no nos van a silenciar”.
Taner Kılıç ha sido acusado de “pertenencia a la Organización Terrorista Fethullah Gülen” basándose en la acusación falsa de que se había descargado ByLock, una aplicación de mensajería que, según las autoridades, usaban los seguidores de Fethullah Gülen. El gobierno considera a este grupo responsable del intento de golpe de Estado de julio de 2016.
Sin embargo, no se ha presentado ninguna prueba creíble que sostenga la afirmación de que Taner descargó ByLock. Al contrario, dos peritos expertos independientes determinaron que no había rastro de que ByLock hubiera estado instalada alguna vez en su teléfono.
Taner fue enviado a prisión el 9 de junio de 2017, tres días después de ser detenido, y se ha convertido desde entonces en un símbolo de los numerosos defensores y defensoras de los derechos humanos y otros activistas que han sido sometidos a las medidas represivas contra los derechos humanos desatadas en Turquía desde el intento de golpe.
Un mes después, fueron detenidos otros diez defensores y defensoras de los derechos humanos, incluida İdil Eser, directora de Amnistía Internacional Turquía. Ocho de ellos estuvieron recluidos casi cuatro meses antes de salir en libertad bajo fianza en su primera vista judicial, en octubre de 2017.
Todos ellos están acusados de “pertenencia a una organización terrorista”, afirmación carente de base de la que la fiscalía no ha proporcionado ninguna prueba que resista un análisis riguroso.
En diciembre de 2017, las autoridades turcas reconocieron que se había acusado injustamente a miles de personas de haberse descargado ByLock y publicaron listas con los números de 11.480 usuarios y usuarias de teléfonos móviles, lo que desembocó en excarcelaciones masivas, no obstante lo cual Taner siguió en prisión.
“La prueba de la inocencia de Taner es contundente. Su detención es una injusticia flagrante que pone de manifiesto las deficiencias del sistema de justicia de Turquía y la persecución a sangre fría por el gobierno de cualquier persona que se oponga a él”, concluyó Salil Shetty.
“Taner está encarcelado sólo por ser un apasionado defensor de los derechos humanos. Su próxima vista judicial se celebra este mes, y se le debe poner en libertad, exonerar de todos los cargos sin fundamento formulados contra él y permitir que reanude su crucial labor”.
Más de un millón de personas de 194 países y territorios han firmado llamamientos de Amnistía Internacional en los que se reclama la libertad de Taner Kılıç y de todos los demás defensores y defensoras de los derechos humanos encarcelados en Turquía sólo por su activismo pacífico.
La campaña por su libertad cuenta con el apoyo de gobiernos, artistas y celebridades como Ben Stiller, Sting, Zoë Kravitz, Zach Galifianakis y Ai Weiwei.
En abril de 2018, el informe de Amnistía Internacional titulado Weathering the storm:Defending human rights in Turkey’s climate of fear reveló lo escasas que son las áreas de la antaño dinámica sociedad civil independiente de Turquía que no se han visto afectadas por el actual estado de excepción.
La represión desatada en todo el país contra la sociedad civil ha desembocado en detenciones arbitrarias y destituciones en masa, el vaciado del sistema judicial y el silenciamiento de los defensores y defensoras de los derechos humanos mediante amenazas, acoso y encarcelamiento.
La próxima vista judicial de Taner está fijada para el 21 de junio. Si es declarado culpable de los cargos que se le imputan, podría ser condenado a hasta 15 años de prisión.