Tras conocerse la noticia de que la Cámara Baja del Parlamento polaco ha aprobado una ley que concede al ministro de Justicia amplios poderes, entre los que figura la facultad de destituir a la totalidad de los actuales miembros del Tribunal Supremo de país, Gauri Van Gulik, director adjunto para Europa de Amnistía Internacional, ha manifestado:
“La independencia judicial ha sufrido hoy otro golpe terrible en Polonia con la decisión del Sejm. Gran parte del sistema de justicia del país está ya, de hecho, en manos del partido Ley y Justicia, y el Tribunal Supremo representa un último y decisivo bastión de independencia. Si el Senado aprueba el proyecto del ley, se habrá dictado la sentencia de muerte de la independencia judicial y el derecho a un juicio justo en Polonia.
“Si prospera esta iniciativa en el Senado, quedará mucho más patente aún el riesgo de que Polonia no cumpla con sus obligaciones en materia de derechos humanos. La UE debe llevar a la práctica sus enérgicas declaraciones y activar el artículo 7.”
Información complementaria
La reforma de la Ley del Tribunal Supremo se llevó por primera vez a la Cámara Baja, o Sejm, el 18 de julio y se aprobó el 20 de julio. Ahora tiene que verse en la Cámara Alta, el Senado. Si se aprueba aquí, tendrá que ratificarla el presidente para que se promulgue.
Si esta reforma entra en vigor, al día siguiente la totalidad de los jueces actuales del Tribunal Supremo tendrán que dejar su cargo. El ministro de Justicia estará también facultado para decidir si permitir excepciones a esta disposición y ampliar la permanencia de algunos de los jueces en el cargo. El ministro tendrá nuevas competencias en los procedimientos disciplinarios de los jueces del Tribunal Supremo.
De los principales cambios que introduce la reforma en las atribuciones del ministro de Justicia, son motivo especial de preocupación los siguientes:
1. Se concederá al ministro la facultad de rescindir el mandato de los jueces del Tribunal Supremo.
2. El ministro estará facultado para formar el “nuevo” Tribunal Supremo tras la rescisión del mandato de sus actuales miembros.
3. El ministro tendrá nuevas competencias en los procedimientos disciplinarios de los jueces del Tribunal Supremo, incluida la posibilidad de cuestionar las decisiones tomadas por el Tribunal en anteriores procedimientos disciplinarios.
También menoscaban la independencia del poder judicial otras dos leyes –la Ley del Consejo Nacional del Poder Judicial y la Ley de Tribunales Ordinarios– que han sido aprobadas ya por ambas cámaras del Parlamento polaco y están pendientes de su ratificación por el presidente.