Solicitante de asilo, liberada

A la salvadoreña Sara Beltrán Hernández le han concedido la libertad fianza, y la han liberado de su detención. Llevaba 15 meses recluida en un centro de detención de Texas, pese a haber solicitado asilo y a necesitar urgentemente atención médica.
El 2 de marzo, un juez de inmigración concedió a Sara Beltrán Hernández la fianza, y permitió que esta mujer fuera liberada de un centro de detención de la Oficina de Inmigración y Aduanas estadounidense en Dallas, en el norte de Texas, donde permanecía recluida desde que llegó a la frontera entre Estados Unidos y México el 4 de noviembre de 2015.
Ahora, le permiten vivir con su familia en Nueva York mientras se procesa su solicitud de asilo y buscar tratamiento para el tumor cerebral que sufre.
Sara Beltrán Hernández ha pedido asilo en Estados Unidos ya que, según afirma, tanto el líder como los miembros de una mara de quienes se cree que han matado gente en el pasado le han enviado amenazas de muerte en El Salvador. Según la declaración jurada que realizó en apoyo de su solicitud de asilo, Sara Beltrán Hernández sufrió una fuerte violencia tanto física como psicológica en el ámbito familiar, y sufrió también abusos sexuales. Según su abogado, Sara Beltrán Hernández se desmayó en el centro de detención el 10 de febrero de 2017, y el personal la llevó al Hospital de Huguley en Fort Worth, Texas. Desde entonces, según la propia Sara ha contado, sufría convulsiones y hemorragias nasales, dolores de cabeza y dificultad para pensar con claridad, y aún no había sido sometida a cirugía. Según el derecho tanto estadounidense como internacional, las personas que llegan a Estados Unidos pueden pedir asilo si temen por su seguridad en su país de origen, y sus derechos humanos deben protegerse mientras se examinan sus solicitudes.
Tras su liberación, Sara Beltrán Hernández transmitió este mensaje de agradecimiento a Amnistía Internacional: “Quiero dar las gracias a los activistas de Amnistía Internacional como ustedes por actuar en mi favor. Aprecio sinceramente su apoyo, y sus acciones han logrado que las cosas cambien. Gracias a ustedes, ahora puedo obtener la atención médica que necesito y puedo reunirme con mi familia, a la que no he visto en más de 15 meses. Gracias.”