Tras conocerse la decisión de Pakistán de expulsar a Sharbat Gula, la icónica “niña afgana” cuya fotografía adornó una portada de la revista National Geographic en 1985, la directora de Amnistía Internacional para el sur de Asia ha manifestado:
“La decisión de Pakistán de expulsar a Sharbat Gula es una grave injusticia.
Durante decenios ha sido la refugiada más famosa del mundo y un símbolo de la generosidad de Pakistán como país de acogida. Ahora, al ser enviada de regreso a un país que no ve desde hace una generación y que sus hijos jamás han conocido, su difícil situación se ha convertido en símbolo del trato cruel que Pakistán dispensa a las personas refugiadas afganas.”
“Al obligar a las personas refugiadas afganas a cruzar de nuevo la frontera de camino a un conflicto cada vez más mortífero, Pakistán viola el principio de no devolución (non-refoulement). Pone en peligro la vida de personas vulnerables, expuestas a sufrir graves abusos contra los derechos humanos.”