La decisión de las autoridades de cerrar el renombrado Centro El Nadeem para la Rehabilitación de las Víctimas de Violencia parece señalar un aumento de la actual represión contra los activistas de derechos humanos en Egipto. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional hoy.
En el día de hoy, miembros de las fuerzas de seguridad han entrado en el Centro y han mostrado una orden de cese de su funcionamiento. No se ha dado ninguna explicación de por qué se ha emitido dicha orden.
“El Centro El Nadeem para la Rehabilitación de las Víctimas de Violencia ofrece una tabla de salvación a cientos de víctimas de tortura y a las familias de personas que han sido víctimas de desaparición forzada. Nos parece un intento descarado de poner fin a una organización que, durante más de 20 años, ha sido un bastión para los derechos humanos y una piedra en el zapato de las autoridades”, ha declarado Said Boumedouha, director adjunto del Programa para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.
“Las autoridades deben congelar la orden de cierre del Centro y dar una explicación clara de las razones que la sustentan. El Centro El Nadeem debe tener la oportunidad de impugnar esa orden ante un tribunal.”
El Centro cuenta con licencia para funcionar desde 1993 y ha proporcionado a cientos de víctimas de tortura servicios fundamentales, incluidos el asesoramiento y la asistencia letrada.