Las autoridades chinas deben poner en libertad de inmediato a ocho activistas de la China continental detenidos por apoyar las protestas prodemocráticas que tuvieron lugar el año pasado en Hong Kong, ha declarado Amnistía Internacional cuando se cumple un año desde que la gente se echó a las calles de la ciudad.
Cinco de los activistas –Su Changlan, Chen Qitang, Wang Mo, Xie Wenfei y Zhang Shengyu– están detenidos formalmente bajo sospecha de “incitar a la subversión del poder del Estado”.
Se ha presentado acta de acusación formal contra una sexta persona, Sun Feng, por el mismo delito. Si se los declara culpables, podrían ser condenados a penas de hasta 15 años de prisión. Otros dos activistas, Ji Sizun y Ye Xiaozheng, se enfrentan a penas de hasta cinco años de cárcel por “provocar peleas y disturbios”. Contra Ji Sizun se ha presentado además el cargo de “congregar a una multitud para perturbar el orden en un lugar público”, que también conlleva una pena de cinco años de prisión.
“La vergonzosa acción judicial contra estos activistas pone de manifiesto el desprecio de las autoridades chinas por la libertad de expresión, que no augura nada bueno para Hong Kong,” afirmó William Nee, investigador de Amnistía Internacional sobre China.
El apoyo de los activistas a las protestas de Hong Kong en favor de la democracia –el denominado Movimiento de los Paraguas– ha consistido, entre otras cosas, en colgar mensajes y fotografías en Internet y en alzar pancartas en público con mensajes como “apoyamos la lucha de Hong Kong por la libertad”. Sun Feng había intentado viajar a Pekín para presentar al gobierno central su propia propuesta sobre la reforma electoral de Hong Kong.
Siete de los activistas provienen del sur de China. Recluirlos parece ser un intento deliberado de las autoridades chinas de sofocar el activismo por la democracia en regiones de la China continental próximas a Hong Kong.
“Se está persiguiendo a estos activistas simplemente por colgar fotos suyas con mensajes que dicen ‘Apoyo a Hong Kong’ o ‘La libertad no tiene precio’.
Las autoridades chinas deben retirar inmediatamente los cargos que han presentado contra estas personas, pues han sido recluidas únicamente por el ejercicio pacífico de su derecho a la libertad de expresión”, manifestó William Nee.
Zhang Shengyu ha contado a su abogado que lo han golpeado bajo custodia y que en una ocasión le pusieron pesados grilletes en las muñecas y los tobillos y lo tuvieron sujeto a una cama durante 15 días.
También preocupa la salud de Su Changlan, a la que, según su abogado, se le ha negado atención médica adecuada. A ninguno de los ocho activistas se le ha permitido recibir visitas de sus familiares.
Las acciones contra estos activistas forman parte de una campaña que se emprendió entre septiembre y noviembre de 2014 en todo el territorio continental de China y que se saldó con la detención de al menos un centenar de personas por expresar su apoyo al Movimiento de los Paraguas.
La detención de los activistas se enmarca en un ataque sin precedentes de las autoridades chinas contra la sociedad civil desde que el presidente Xi llegó al poder en noviembre de 2012.