La promesa contraída hoy por el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, de "supervisar personalmente" la investigación sobre la muerte a golpes del periodista Rasim Aliyev (no emparentado con el presidente) probablemente no se traducirá en justicia real; así lo ha afirmado Amnistía Internacional.
“Los periodistas de Azerbaiyán llevan demasiado tiempo sufriendo persecución y ataques terribles como éste. Con frecuencia los autores de estos homicidios no son detenidos ni procesados, a pesar de las cínicas garantías de investigación imparcial", ha manifestado Natalia Nozadze, investigadora de Amnistía Internacional sobre Azerbaiyán.
En 2005, el presidente se comprometió asimismo a "supervisar personalmente" la investigación sobre el homicidio del periodista Elmar Huseynov, pero el caso sigue sin resolverse.
“El gobierno del presidente Aliyev debe garantizar la apertura inmediata de una investigación sobre la muerte de Rasim Aliyev que sea realmente exhaustiva, independiente e imparcial. La libertad de expresión en Azerbaiyán está ya en las últimas. Las autoridades deben actuar ya para proteger eficazmente a los periodistas en situación de riesgo si no quieren que esa libertad se extinga por completo”, ha dicho Natalia Nozadze.
Rasim Aliyev murió en un hospital de Bakú el domingo, al día siguiente de ser brutalmente golpeado por seis hombres a plena luz del día. Antes del ataque, Aliyev había criticado en una entrada de Facebook la conducta de un futbolista azerbaiyano en un partido jugado en Chipre.
Más tarde, un hombre que se identificó como primo del jugador lo telefoneó para quejarse por la entrada y luego volvió a llamar para disculparse y proponerle que se reunieran para hablar. Aliyev fue atacado cuando se bajaba de su automóvil para acudir a esa cita.
En 2013, Rasim Aliyev sufrió malos tratos policiales en varias ocasiones; en una de ellas recibió un puñetazo en la cara de un agente de policía mientras cubría una manifestación de la oposición, a pesar de que llevaba una chaqueta con distintivos de prensa.
Rasim Aliyev era periodista independiente y había trabajado anteriormente para el Instituto para la Libertad y la Seguridad de los Periodistas, destacado grupo de vigilancia de los medios de comunicación en Azerbaiyán. En 2013, el Instituto para la Libertad y la Seguridad de los Periodistas fue obligado a cerrar tras sufrir un registro de su sede, la congelación de sus cuentas bancarias y la persecución de su fundador y director, Emin Huseynov.