Cada uno de los 950 latigazos restantes que las autoridades saudíes planean infligir al bloguero disidente Raif Badawi será un mazazo a la libertad de expresión y una burla a las obligaciones internacionales contraídas por el país en materia de derechos humanos. Así lo ha advertido Amnistía Internacional, ante el temor de que la flagelación pública de este hombre pueda reanudarse mañana mismo. Estos temores se han visto intensificados después de que el Tribunal Supremo de Arabia Saudí anunciara el 6 de junio en los medios de comunicación que había confirmado una condena de 10 años de prisión y 1.000 latigazos para Raif Badawi, sin posibilidad de apelación. “Tras permanecer entre rejas durante cinco meses desde su última flagelación pública, la amenaza inminente de una reanudación de este castigo cruel e inhumano pende sobre Raif Badawi. Al confirmar su terrible sentencia, en flagrante desafío a la prohibición internacional de la tortura y otros malos tratos, el Tribunal Supremo de Arabia Saudí ha dejado claro que las autoridades no buscan justicia, sino que pretenden dar ejemplo con él y erradicar la libertad de expresión”, ha manifestado Said Boumedouha, director adjunto del Programa para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional. “Millones de activistas de Amnistía Internacional y de otro tipo, periodistas y dirigentes políticos de todo el mundo lo han dicho fuerte y claro: Raif Badawi es un preso de conciencia que debe ser puesto en libertad de forma inmediata e incondicional. Esta pena indignantemente cruel debe ser eliminada, y las autoridades deben anular la declaración de culpabilidad y la condena de Raif Badawi.”
Raif Badawi fue condenado originalmente en mayo de 2014 por montar un foro online de debate público y por “insultar al Islam”.
Los primeros 50 latigazos se le administraron en una plaza pública de Yidda el 9 de enero, pero los restantes se aplazaron, en principio por razones médicas y después por motivos desconocidos.
Ensaf Haidar, esposa del bloguero, ha recibido asilo junto con sus tres hijos en Canadá, y desde allí ha hecho una fuerte campaña por la excarcelación de su esposo.
“El mes sagrado del Ramadán, que está a punto de comenzar, ha sido tradicionalmente una ocasión para liberar a presos. Por ello, instamos al rey Salman a aprovechar la ocasión para liberar a Raif Badawi y dejar que se reúna con su familia, que también ha sufrido cada brutal paso de sus injustos juicio y castigo”, ha manifestado Said Boumedouha.