Reflexión del símbolo de Amnistía Internacional: la vela

Por Yazahira I. Pérez Rodríguez, Grupo de UPR Cayey
La vela es un instrumento que nos brinda esa llama que llamamos luz. La usamos como símbolo de esperanza, por lo tanto esa luz nunca se debe de apagar.
A pesar de todos los obstáculos que se interpongan en el camino o cuan oscuro este sea, la luz siempre debe permanecer ahí, brillante, encendida, como símbolo de esperanza.
Esa esperanza es la que nos mantiene de pie, con fuerza de luchar por más, de llegar a la meta. En nuestro caso, para seguir luchando para que cese la violación de los derechos humanos en el mundo. Debemos mantenerla siempre encendida, con la esperanza de que algún día lo vamos a lograr.
Pero, esta luz también simboliza el respeto a la memoria por aquellos que ya no están. Y es así como Peter Benenson explica el significado de nuestro símbolo. Él nos dice que procuremos que nuestra vela continúe encendida, no por nosotros, sino por aquellos que fueron torturados, secuestrados, desaparecidos. Por aquellos que sufren anónimamente y mueren llevándose consigo su dolor. Por aquellos que se convirtieron en mudos testigos sin nombre, de la injusticia y el dolor.
Está en todos nosotros mantenerla prendida, así que luchemos para que por siempre lo esté.