Hoy, el Ministerio de Justicia ruso ha inscrito legalmente como “agentes extranjeros” a otras cuatro organizaciones de derechos humanos y un grupo ecologista del país. Para Amnistía Internacional es otra señal más del estrangulamiento cada vez mayor de la libertad de expresión por parte de las autoridades. “Las autoridades rusas se mantienen firmes en su determinación de diezmar las organizaciones de la sociedad civil independientes”, ha manifestado John Dalhuisen, director del Programa de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central. “Aunque llevaba tiempo fraguándose, no por ello ha sido menos duro el golpe. Las cinco ONG que acaban de ser calificadas de agentes extranjeros están entre las mayores y más influyentes del país. Lo que deben preguntarse ahora los rusos es quién va a proteger sus derechos cuando esas organizaciones se vayan.” El Ministerio de Justicia ha inscrito legalmente como “ONG extranjeras” a los grupos de derechos humanos Veredicto Público, Memorial, Abogados por las Libertades y Derechos Constitucionales (Jurix) y Agora y al grupo ecologista Consejo de Mujeres (Ekozazchita! – Zhensovet) por supuestas “actividades políticas” mientras recibían fondos extranjeros. Tres de ellas – Veredicto Público, Memorial y Jurix– no habían cedido ante la insistencia de las autoridades en que ellas mismas se registraran como “agentes extranjeros”. Ahora, de acuerdo con la legislación recién promulgada, han sido inscritas así directamente por el Ministerio de Justicia. La llamada “ley de agentes extranjeros” de la Federación Rusa fue aprobada en junio de 2012 y entró en vigor en noviembre de ese año. Desde entonces, cientos de ONG han sido objeto de “inspecciones” por sorpresa de las autoridades y varias han sido multadas y obligadas a cerrar. Anteriormente en el año se introdujeron nuevas enmiendas a la ley que facultaban al Ministerio de Justicia para inscribir legalmente a las ONG como “agentes extranjeros” sin su consentimiento.