El anuncio de la aprobación por Israel de la apertura de dos rutas para la entrada de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza ocupada, que comprende la reapertura temporal del paso de Erez en el norte de Gaza y del puerto de Ashdod, es un avance positivo pero resulta insuficiente para hacer frente a la magnitud de la catastrófica crisis humanitaria en Gaza, ha afirmado hoy Amnistía Internacional.
“La apertura de rutas adicionales para facilitar la entrega de ayuda en Gaza es una petición que las organizaciones humanitarias y los grupos de derechos humanos, incluida Amnistía Internacional, han formulado en repetidas ocasiones, desde hace meses. Pero si bien la apertura de rutas para la entrada de ayuda humanitaria en el norte de Gaza es absolutamente necesaria, el anuncio de Israel llega con mucho retraso y sigue siendo deplorablemente insuficiente habida cuenta de los catastróficos niveles del hambre en Gaza”, ha declarado Heba Morayef, directora regional de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.
“Es preciso abrir todas las rutas de ayuda disponibles inmediatamente, y debe producirse un aumento importante y urgente de la ayuda cuya entrada se permite por los pasos del sur de Gaza, donde desde el 7 de octubre de 2023 sólo se permite el paso de una mínima parte de la ayuda y las importaciones necesarias.
“Después de obstaculizar deliberadamente la prestación de ayuda y de endurecer drásticamente en los últimos seis meses su asfixiante bloqueo de 16 años, imponiendo unas condiciones aterradoras a la población civil de Gaza, no se puede felicitar a Israel por hacer al fin un mínimo esfuerzo para abordar una catástrofe humanitaria de cuya creación es responsable. Si la apertura de rutas de ayuda adicionales se hubiera producido antes, se podría haber impedido que cientos de miles de personas padecieran unos niveles de hambre terribles.”
Si la apertura de rutas de ayuda adicionales se hubiera producido antes, se podría haber impedido que cientos de miles de personas padecieran unos niveles de hambre terribles.
Heba Morayef, directora regional para Oriente Medio y el Norte de África
Más de 33.000 personas palestinas ya han perdido la vida en los implacables bombardeos de Israel y al menos 31 han muerto de hambre, 28 de ellas niños y niñas.
Amnistía Internacional pide que estas medidas vayan acompañadas de un alto el fuego inmediato y sostenido de todas las partes y del levantamiento total por Israel de su bloqueo ilegal de Gaza para aliviar realmente el sufrimiento masivo. La organización también pide que los grupos armados liberen a las personas que retienen como rehenes en Gaza y que las autoridades israelíes liberen a las personas palestinas detenidas arbitrariamente.
Permitir la prestación de ayuda humanitaria suficiente a la población palestina en Gaza es también una exigencia jurídicamente vinculante de la Corte Internacional de Justicia, que la semana pasada ordenó a Israel que tome medidas provisionales adicionales para impedir el genocidio en vista del deterioro de la situación en Gaza, como ampliación de su sentencia del 26 de enero. La Corte ha reconocido que en Gaza la hambruna ya no es un riesgo sino que está “comenzando a extenderse” y ha ordenado a Israel que tome medidas tangibles para que la ayuda humanitaria que se necesita con urgencia pueda llegar a quienes lo necesitan.
Desde octubre han muerto más de 200 trabajadores y trabajadoras de ayuda humanitaria, la inmensa mayoría palestinos. Personal de ayuda humanitaria ha afirmado reiteradamente que un alto el fuego es indispensable para que sea posible prestar unos niveles mínimamente suficientes de ayuda, máxime teniendo en cuenta que, a tenor de los graves niveles de hambre, se necesitan más alimentos, más agua y atención médica urgente, en el marco de un sector de la salud que ha sido devastado por las operaciones militares israelíes.
“La realidad es que, sin un alto el fuego, la prestación segura y efectiva de ayuda humanitaria continúa en peligro. A pocos días del final del Ramadán, tanto la resolución vinculante del Consejo de Seguridad de la ONU que pide un alto el fuego inmediato como la sentencia de la Corte Internacional de Justicia han sido totalmente ignoradas”, ha declarado Heba Morayef.
“A pesar de los indicios de crímenes de guerra cometidos por las fuerzas israelíes, la muerte de decenas de miles de personas palestinas y el riesgo inminente de genocidio, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no ha considerado oportuno hasta esta semana ejercer una presión real sobre Israel. Estados Unidos puede y debe hacer mucho más para utilizar su influencia para poner fin al sufrimiento y al derramamiento de sangre en Gaza.”
Antes de que se permitiera la aprobación de la más reciente resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, el gobierno de Estados Unidos utilizó en repetidas ocasiones su derecho de veto para bloquear resoluciones que pedían un alto el fuego. La semana pasada, el presidente Biden autorizó la transferencia de 1.800 bombas MK84 de 2.000 libras que, según un alto funcionario de la administración, “pueden destruir bloques enteros de edificios”, e informaciones de medios de comunicación han señalado que el presidente podría aprobar en breve la venta a Israel de aviones de combate F-15 por valor de 18.000 millones de dólares.
“En el día de hoy, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha aprobado una resolución que pide la suspensión de todas las ventas de armas a Israel para impedir nuevas violaciones del derecho internacional. En lugar de aprobar nuevas transferencias de armas y de seguir obteniendo beneficios de una situación que la Corte Internacional de Justicia consideró que podía razonablemente ser constitutiva de genocidio, el presidente Biden debe garantizar que Estados Unidos utiliza su influencia para hacer cuanto esté en su poder para presionar por un alto el fuego inmediato”, ha afirmado Heba Morayef.