Ante la noticia de que un tribunal japonés ha declarado a tres exsoldados culpables de agresión sexual a su compañera de profesión Rina Gonoi, la investigadora de Amnistía Internacional sobre Asia Oriental, Boram Jang, ha manifestado:
“Rina Gonoi se atrevió a denunciar para romper el círculo vicioso de impunidad de la violencia de género en Japón. Es un triunfo excepcional no sólo para ella sino también para todas las víctimas y sobrevivientes de agresión sexual en Japón, muchas de las cuales sufren en silencio.
Esta sentencia histórica es una señal alentadora de que Japón finalmente comienza a adoptar reformas jurídicas sobre los delitos sexuales. No obstante, al país le queda aún un largo camino que recorrer para cambiar tanto el sistema de justicia penal como una cultura basada en culpar a la víctima que socava la credibilidad de las sobrevivientes. El estigma y los nocivos estereotipos que sufren las sobrevivientes de violencia de género deben ser eliminados.
Este contexto favorece el miedo generalizado a denunciar entre las sobrevivientes de agresión sexual, junto con los bajos índices de procesamiento y la desestimación de casos, todo lo cual subraya la valentía de Rina Gonoi en este proceso desalentador y difícil.”
Información complementaria
Hoy, el Tribunal de Distrito de Fukushima ha declarado a tres exsoldados culpables de agresión sexual a su compañera de profesión Rina Gonoi, cuyo caso despertó el interés internacional cuando Rina publicó su historia en YouTube en 2022.
Exmiembro de las Fuerzas de Autodefensa de Japón, Rina Gonoi presentó también una demanda en junio de 2023 contra cinco exsoldados por sufrimiento mental debido a la violencia sexual que le habían infligido durante el servicio militar, y contra el gobierno por no prevenir las agresiones ni investigarlas debidamente.
El informe de la investigación encargada posteriormente por el Ministerio de Defensa, publicado en agosto, concluía que en las fuerzas armadas existe una arraigada cultura de hostigamiento que incluye el acoso sexual.
El Parlamento de Japón aprobó en junio un conjunto de reformas del Código Penal en virtud de las cuales las relaciones sexuales no consentidas se tipifican como violación por primera vez y la edad de consentimiento sexual se eleva de 13 a 16 años. El plazo legalmente establecido para denunciar una violación se amplió de 10 a 15 años.