Brasil: La peligrosa retórica de Bolsonaro en la Asamblea General de la ONU, un golpe para los derechos humanos y la lucha por la justicia climática

En respuesta al discurso pronunciado esta mañana por el presidente Jair Bolsonaro ante la Asamblea General de la ONU en su 74 periodo de sesiones, Jurema Werneck, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Brasil, ha comentado sobre los siguientes asuntos:

Sobre la Amazonía y la protección de los pueblos indígenas

“El demoledor número de incendios en la Amazonía este año, y su magnitud, confirman la dura realidad que afrontan los pueblos indígenas y otros habitantes de la selva tropical. El presidente Bolsonaro no aclaró cómo Brasil piensa protegerlos exactamente.

El demoledor número de incendios en la Amazonía este año, y su magnitud, confirman la dura realidad que afrontan los pueblos indígenas y otros habitantes de la selva tropical. El presidente Bolsonaro no aclaró cómo Brasil piensa protegerlos exactamente. 

Jurema Werneck, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Brasil

Continuaremos pidiendo a las autoridades que cumplan con sus obligaciones de demarcar y proteger las tierras indígenas, contraídas en virtud de la Constitución y el derecho internacional de los derechos humanos. Asimismo reiteramos nuestro llamamiento para que se refuercen la Fundación Nacional del Indio (FUNAI) y el Instituto Brasileño de Recursos Renovables y del Medioambiente (IBAMA) como principales instituciones que apoyan a los pueblos indígenas y las acciones para proteger el medio ambiente.

Apoyamos al cacique Raoni, defensor de los derechos de los pueblos indígenas y de la Amazonía, en su lucha por su pueblo y sus tierras. La retórica hueca con la que Bolsonaro pretende deslegitimar su lucha y la de todos los pueblos indígenas es increíblemente peligrosa y divisiva.”

Sobre la seguridad pública

“El homicidio de la niña de ocho años Ágatha Félix en una favela de Río de Janeiro el fin de semana pasado demuestra el carácter letal de la política de seguridad pública que ha adoptado el país. Sólo en Río de Janeiro, las fuerzas de seguridad del Estado han matado a 1.249 personas en lo que va de año, la cifra más alta desde que empezaron a documentarse estos homicidios en 1998.

Reafirmamos nuestros llamamientos en favor de una política de seguridad pública que esté verdaderamente comprometida con la reducción de los homicidios y al mismo tiempo ponga el máximo empeño en proteger todas las vidas. Además, el Estado debe abstenerse de castigar a los consumidores de drogas y de permitir mayor acceso a las armas que han dejado un reguero de víctimas, entre las que hay agentes de policía pero, sobre todo, miembros de la población negra de las favelas.”

Sobre la libertad de expresión y el papel de las organizaciones de derechos humanos

“Nos preocupa la declaración del presidente Bolsonaro contra los medios de comunicación y el trabajo de la prensa nacional e internacional, fundamentales para el derecho a la libertad de expresión, debido a la función que cumplen denunciando violaciones de derechos humanos y abordando otros problemas políticos, medioambientales, sociales y económicos.

Sin libertad de expresión, la promoción y protección de los derechos humanos correría un grave peligro. El gobierno también debe respetar el derecho de la sociedad civil a vigilar, exigir rendición de cuentas y tomar medidas para promover y proteger los derechos de todas las personas. 

Jurema Werneck, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Brasil

Sin libertad de expresión, la promoción y protección de los derechos humanos correría un grave peligro. El gobierno también debe respetar el derecho de la sociedad civil a vigilar, exigir rendición de cuentas y tomar medidas para proteger y promover los derechos de todas las personas.”