Mientras continúe abierta, la prisión militar de la bahía de Guantánamo seguirá empañando el historial de derechos humanos de Estados Unidos y haciendo posible la continuación de las violaciones de derechos humanos; así lo ha afirmado Amnistía Internacional Estados Unidos la víspera del aniversario de su apertura, el 11 de enero.
“Cuando el presidente Trump revocó la orden del ex presidente Obama de cerrar la prisión militar de Guantánamo, abrió la puerta a una nueva era de terribles violaciones de derechos humanos”, ha afirmado Daphne Eviatar, directora de Seguridad con Derechos Humanos de Amnistía Internacional Estados Unidos.
“Aunque tenía que haber sido relegada hace tiempo como un lamentable capítulo de la historia de Estados Unidos, Guantánamo sigue en funcionamiento 17 años más tarde como símbolo de la islamofobia latente en la propagación del miedo y la xenofobia que definen la presidencia de Trump.”
Guantánamo alberga actualmente a 40 hombres musulmanes, muchos de los cuales han sido torturados. Algunos de estos detenidos siguen ahí a pesar de que su traslado fue autorizado hace años. Uno es Toffiqal Bihani, que estaba entre los hombres torturados por la CIA antes de su envío a Guantánamo en 2003. Su traslado fue autorizado en 2010.
“Con un presidente que tiene la cruel y errónea convicción de que la tortura es aceptable, cabe suponer que las violaciones de derechos humanos continuarán en Guantánamo. Los traslados autorizados deben realizarse de inmediato y el resto de los reclusos deben ser acusados y juzgados con imparcialidad o liberados para que la vergonzosa institución pueda cerrar definitivamente sus puertas.”
Amnistía Internacional Estados Unidos y otras organizaciones de derechos humanos participarán mañana en una concentración a las 14.30 en el parque Lafayette de Washington, DC. para reclamar el cierre de la prisión.