Amnistía Internacional ha adoptado nuevas propuestas para abordar las devastadoras consecuencias que para los derechos humanos tienen los intentos equivocados de los países por penalizar y restringir el aborto y castigar a las personas por consumir drogas.
Delegaciones de todo el mundo se han reunido en Varsovia, Polonia, entre 6 y el 8 de julio, y han aprobado mociones sobre la postura de la organización respecto al aborto seguro y legal, y respecto a la manera en que los Estados controlan la producción, la venta y el consumo de drogas.
“Queremos asegurarnos de que estamos bien situados para luchar por los derechos humanos de millones de personas cuyas vidas se ven afectadas por la manera en que los gobiernos penalizan o restringen el acceso al aborto y por la prohibición de las drogas. Las dos cuestiones requieren un enfoque mucho más compasivo por parte de los gobiernos para proteger los derechos de las personas que más riesgo corren”, ha manifestado Tawanda Mutasah, director general de Derecho y Política en Amnistía Internacional.
Acceso al aborto
Los y las representantes votaron la adopción de una postura actualizada respecto al aborto que pedirá a los Estados que no se limiten a despenalizarlo, sino que garanticen el acceso a un aborto seguro y legal de una manera amplia que respete plenamente el derecho de todas las mujeres, las niñas y las personas que puedan quedarse embarazadas.
Esta postura sustituirá a la que Amnistía Internacional mantenía desde 2007 en materia de aborto, que abogaba por su despenalización y por el acceso a él en un conjunto limitado de casos. Los abortos inseguros siguen siendo una de las principales causas de muerte materna en el mundo, y se estima que cada año se llevan a cabo 25 millones de abortos de este tipo.
Control de drogas
Los y las representantes votaron también la que será la primera postura adoptada en la historia de la organización sobre la manera en que los Estados deben abordar desde una perspectiva de derechos humanos los problemas planteados por las drogas. La política propuesta pide un alejamiento del actual enfoque de “tierra arrasada”, criminalización y mano dura, en favor de un enfoque cuyo núcleo sea la protección de la salud y los derechos de las personas.
Amnistía Internacional ya ha llevado a cabo investigaciones en muchos países desgarrados por la prohibición de las drogas, desde Brasil hasta Filipinas, pasando por Estados Unidos, y esas investigaciones han demostrado el devastador coste que en los derechos humanos tienen los métodos actuales de control de drogas.
Los puntos clave que formarán las posturas de política se sometieron a votación en la Asamblea Global, foro de gobernanza y toma de decisiones de Amnistía Internacional. La Asamblea Global se celebra cada año y es una oportunidad para que los y las representantes de Amnistía de todo el mundo se reúnan y voten democráticamente la orientación del trabajo del movimiento.
Amnistía Internacional desarrollará ahora políticas detalladas para guiar su labor de promoción y defensa de los temas relacionados con el aborto y el control de drogas. Esto supondrá llevar a cabo nuevas consultas tanto en el movimiento de Amnistía Internacional como en otros ámbitos, sobre cuestiones específicas de estas políticas.