La libertad con fianza de Xie Yang no representa un receso en la campaña incesante de represión emprendida en China contra los abogados y abogadas de derechos humanos, ha manifestado Amnistía Internacional hoy.
Xie Yang fue juzgado en el Tribunal Popular Intermedio de la ciudad de Changsha, en el sur de China, el 8 de mayo, por “incitación a la subversión del poder del Estado” y “desacato al tribunal”, y parece que ha sido puesto en libertad con fianza pese a no haberse dictado aún la sentencia.
“Esta inusual sucesión de acontecimientos no mitiga en absoluto los temores de tortura de este caso”, ha señalado Patrick Poon, investigador de Amnistía Internacional sobre China. “Aunque es un alivio que Xie Yang no esté ya bajo custodia, lo cierto es que no debería haber sido detenido jamás.”
“Es probable que, mientras está en libertad con libertad con fianza, sea objeto de vigilancia constante y de severas restricciones de su libertad de circulación, como se ha visto en otros casos semejantes», ha añadido Patrick Poon. “Este tipo de tácticas parecen ser la manera de proceder de las autoridades contra quienes defienden los derechos humanos.”
Apenas 20 minutos antes de que diera comienzo el juicio, el tribunal anunció que se iba a emitir en la red social china Weibo.
En el curso de él, Xie Yang dijo que no había sido torturado, lo que contradecía lo que había dicho a sus abogados en enero, cuando les habló de la tortura prolongada que había sufrido bajo custodia, incluidos largos interrogatorios, palizas, negación de agua y privación del sueño.
Xie Yang figura entre los al menos 250 profesionales del derecho y activistas contra los que ha ido dirigida la campaña de represión sin precedentes iniciada por el gobierno chino en 2015.
Tras hacer públicas sus abogados, en enero de 2017, las denuncias de tortura de Xie Yang, las autoridades no han accedido a ninguna de las solicitudes que han presentado para reunirse con él. En marzo de 2017 se vio a otro abogado de derechos humanos detenido, Jiang Tianyong, “confesando” en medios de comunicación continentales haber fabricado las pruebas de la tortura de Xie Yang.
También se ha amenazado a la familia de Xie Yang para obligarlo a “confesar” y hacer declaraciones incriminatorias contra otros defensores y defensoras de los derechos humanos.
Xie Yang estuvo representado en el juicio por abogados de oficio, pues las autoridades retiraron de la causa a los que le había buscado su familia.
Las autoridades han advertido reiteradamente a Chen Jiangang, uno de los abogados defensores originales de Xie Yang, que deje de hablar de su caso con los medios de comunicación internacionales y han abierto una investigación que cuestiona su derecho a ejercer la abogacía. El 3 de mayo, la policía se llevó detenidos a Chen Jiangang y su familia, y al activista Zhang Baocheng y su esposa, Liu Juefan, cuando se encontraban de viaje en Yunnan. Tras ser puestos en libertad, Chen tuvo que regresar a Pekín en su vehículo, escoltado por agentes de los servicios de seguridad pública, mientras que a su esposa y a sus dos hijos de corta edad se les permitió volver en avión.
“Los cargos contra Xie Yang son infundados. Las autoridades lo saben, y es por ello que han recurrido a la tortura y a otras formas de coacción contra él y contra su familia”, ha señalado Patrick Poon.
Represión incesante
La detención de la abogada Wang Yu y su familia el 9 de julio de 2015 marcó el comienzo de una campaña de represión sin precedentes del gobierno contra los abogados y abogadas de derechos humanos y otros activistas. Durante las dos semanas siguientes, agentes de los servicios de seguridad pública interrogaron o detuvieron a casi 250 profesionales del derecho y activistas y registraron las oficinas y los domicilios de muchos de ellos.
Además de Xie Yang hay otras cinco personas que han sido declaradas culpables de “subversión del poder del Estado”. En agosto de 2016 se impusieron sendas condenas condicionales de prisión a los activistas Zhai Yanmin y Gou Hongguo, alias Ge Ping. El activista Hu Shigen y el abogado Zhou Shifeng fueron condenados a siete años y medio y siete años de prisión, respectivamente. El abogado Li Heping fue juzgado en Tianjin el 25 de abril, y el 28 del mismo mes le impusieron una pena de tres años de prisión, suspendida durante cuatro. Tras dictarse la sentencia no se tuvo noticia de su paradero hasta el 9 de mayo, cuando regresó a casa; hay imágenes suyas donde se lo ve más delgado y con todo el cabello gris.
Hay otras tres personas detenidas, a la espera de que fije la fecha de su juicio o su sentencia. No se ha fijado aún la fecha del juicio del abogado de derechos humanos Wang Quanzhang. Los activistas Yin Xu’an y Wang Fang están aún a la espera de que se dicte sentencia tras haber comparecido ante los tribunales en septiembre del año pasado y febrero del actual, respectivamente.