La condena del activista político bahreiní Ebrahim Sharif a un año de prisión sólo por pronunciar un discurso en el que pedía la reforma es un ejemplo más de la intensificación de la represión de la disidencia pacífica, ha declarado Amnistía Internacional.
“La condena de Ebrahim Sharif a otro año más de prisión sólo por pedir la reforma en un discurso es un ataque intolerable a la libertad de expresión y el ejemplo más reciente de la insidiosa campaña de represión desatada por las autoridades bahreiníes contra quienes critican al gobierno. Nadie debe ser encarcelado por expresar pacíficamente sus opiniones. La condena de Ebrahim Sharif es un abierto intento de castigarlo por decir lo que piensa, para que sirva de advertencia a todos los disidentes, y debe ser anulada de inmediato”, afirmó James Lynch, director adjunto del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.
“Hoy publica Amnistía Internacional su informe global anual, en el que pone de manifiesto la existencia de un ataque sin precedentes contra las libertades en todo el mundo. Las pruebas de esta represión son evidentes en Bahréin, donde las autoridades tratan de sofocar la libertad de expresión, asociación y reunión al seguir prohibiendo las manifestaciones en la capital, Manama, y al hostigar, intimidar y detener arbitrariamente a quienes critican al gobierno, llegando en algunos casos a incluso retirarles la nacionalidad, convirtiéndolos en apátridas.”