NEPAL: ESCASEZ CRÍTICA DE MEDICINAS Y SERVICIOS ESENCIALES PONE EN PELIGRO VIDAS Y SALUD

Amnistía Internacional hace un llamamiento al gobierno de Nepal para que tome con urgencia medidas para garantizar que los hospitales disponen de los medicamentos y otros suministros y servicios médicos esenciales que necesitan para salvar vidas y dispensar tratamiento a los pacientes. Las personas que corren mayor riesgo son las que viven en la pobreza, los mayores y los jóvenes y quienes padecen enfermedades crónicas como diabetes y afecciones cardiovasculares. El gobierno debe tomar de inmediato medidas para cumplir con sus obligaciones internacionales y garantizar el acceso a medicinas esenciales y otros productos necesarios para garantizar el derecho humano de las personas a la vida y a la salud.
Amnistía Internacional ha investigado la situación y ha hablado con funcionarios de varios hospitales de todo el país. Estas personas dijeron a Amnistía Internacional que, cuando han transcurrido más de tres meses desde que comenzaron las interrupciones del flujo de mercancías en la frontera India-Nepal, en el marco de las protestas contra la nueva Constitución nepalí, hay una escasez crítica de medicinas y servicios esenciales. La actuación lenta e inadecuada de las autoridades nepalíes para garantizar la continuidad del flujo y del acceso a medicinas esenciales está poniendo en peligro la vida y la salud de las personas. Deben tomarse medidas para abordar este déficit de suministros médicos, antes de que se convierta en una crisis grave que dé lugar a muertes y sufrimientos evitables.
La falta de combustible ha agravado aún más la situación, y las ambulancias y los vehículos que transportan suministros médicos no pueden prestar los servicios ni entregar los productos disponibles, sobre todo en zonas distintas de la capital, Katmandú. Las medidas tomadas hasta ahora por las autoridades para conceder prioridad al acceso del sector médico al combustible en esta época de crisis han sido inadecuadas en la práctica.
Hospitales de zonas alejadas de Katmandú han informado de diversos grados de escasez, siendo la proximidad a la frontera india un factor clave en la capacidad de acceder a los suministros. La desviación de algunos suministros de la frontera principal de Raxaul a otros puntos de entrada en la frontera India-Nepal, las donaciones aerotransportadas de diversas fuentes internacionales y la producción de algunos medicamentos por farmacéuticos nepalíes utilizando reservas y algunas importaciones de materias primas atenúan en parte la presión crítica en algunos hospitales del país de la que se informó hace más o menos un mes. Sin embargo, según funcionarios de hospitales de Katmandú y de otros lugares que hablaron con Amnistía Internacional, incluso estos suministros se están agotando a un ritmo alarmante.
Con independencia de la situación en la frontera, el gobierno de Nepal debe hacer cuanto esté en su poder para garantizar el cumplimiento de las obligaciones contraídas en virtud de los tratados internacionales de derechos humanos que ha firmado, incluida la protección del derecho humano de las personas a la vida y a la salud.