La decisión tomada hoy por el tribunal de mantener bajo arresto domiciliario al denunciante de actividades nucleares israelí Mordechai Vanunu por conceder una entrevista a un medio de comunicación es vengativa y torpe, ha dicho Amnistía Internacional.
El tribunal de distrito de Jerusalén ha rechazado el recurso presentado por Vanunu contra la semana de arresto domiciliario que se le impuso ayer por la entrevista que concedió a la emisora israelí Channel 2 el 4 de septiembre. La sentencia también le prohíbe utilizar Internet y hablar con la prensa.
"Las restricciones impuestas a Mordechai Vanunu tienen un carácter punitivo y vengativo", ha dicho Philip Luther, director del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.
"Los últimos ataques contra la libertad de Vanunu son una muestra más de que las autoridades israelíes están decididas a seguir tomando represalias contra él y castigándolo ejemplarmente por lo que hizo en 1986, algo por lo que pagó el elevado precio de 18 años de cárcel.
“Castigarlo más no sirve de nada para proteger la seguridad nacional de Israel: cualquier información que desvelara hace casi 30 años está en la actualidad totalmente caducada."
Amnistía Internacional considera a Mordechai Vanunu preso de conciencia, privado de su libertad exclusivamente por el ejercicio pacífico de su derecho a la libertad de expresión.
Vanunu pasó 18 años en la cárcel, 11 de ellos en régimen de aislamiento, por revelar detalles del arsenal nuclear de Israel al periódico británico The Sunday Times en 1986. Tras sus revelaciones fue secuestrado en Italia por agentes del Mossad (servicios de inteligencia israelíes) y permaneció largo tiempo en detención secreta.
Aunque Vanunu quedó en libertad en 2004 tras cumplir su condena, su odisea continúa hasta hoy. Sigue sometido a órdenes militares que le imponen restricciones punitivas e innecesarias para viajar al extranjero o acercarse a embajadas extranjeras, así como limitaciones al uso de Internet y a sus comunicaciones con extranjeros.
Sin embargo, hasta su arresto de esta semana no se le había prohibido hablar con periodistas israelíes. Los abogados de Vanunu afirman que éste no vulneró las condiciones de su libertad, pues la entrevista se concedió previa aprobación de un censor militar israelí.
Al parecer, Channel 2 está respetando firmemente el principio de proteger sus fuentes y se ha negado a dar a la policía el vídeo sin editar de su reciente entrevista con Vanunu. "Las últimas limitaciones a la libertad de Vanunu son una muestra más de que las autoridades israelíes están decididas a castigarlo para que sirva de ejemplo."