Ucrania: Tras la muerte de nueve personas en Donetsk, las fuerzas deben dejar de disparar contra civiles

Las fuerzas tanto ucranianas como rebeldes deben cesar de inmediato los ataques indiscriminados en zonas residenciales. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional hoy, después de que al menos nueve civiles hayan muerto en los ataques contra una escuela y un autobús en Donetsk.
Los últimos ataques, ocurridos en el distrito de Kievskiy de la ciudad, han tenido lugar mientras Amnistía Internacional documentaba un patrón de ataques con cohetes y bombardeos indiscriminados lanzados por las fuerzas ucranianas en la zona en los últimos 10 días.
“Las fuerzas gubernamentales ucranianas deben dejar inmediatamente de disparar contra zonas residenciales de Donetsk”, ha manifestado John Dalhuisen, director del Programa para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional.
“Las fuerzas tanto ucranianas como rebeldes están violando el derecho internacional humanitario al poner en peligro a la población civil con ataques indiscriminados, que se están lanzando pese a que los ataques sólo pueden dirigirse contra combatientes.”
“Estos ataques son ilegales porque las fuerzas ucranianas están utilizando en zonas pobladas armas que no se pueden dirigir con exactitud suficiente para distinguir entre objetos civiles y objetivos militares.”
Los ataques de hoy han causado el número más alto de muertes civiles ocurrido en un solo día desde que, a principios de septiembre, se alcanzó un alto el fuego entre Kiev y los separatistas pro rusos.
Cuatro civiles murieron en el bombardeo de una escuela, en cuyo interior había en esos momentos más de 50 niños, el día en que las escuelas de Donetsk abrían tras una demora de un mes provocada por el conflicto armado.
Otros cinco civiles murieron cuando un minibús fue alcanzado por un cohete o fuego de mortero.
Seis civiles murieron el domingo en el distrito de Kievskiy, todos ellos en la misma zona que los ataques de hoy.
En una visita realizada el lunes a la zona afectada de Kievskiy, la delegación de Amnistía Internacional vio una gran pieza de artillería rebelde plantada en medio de una calle residencial, a menos de 10 metros de una casa.
“Al situar objetivos militares en zonas residenciales, las fuerzas rebeldes no han tomado todas las precauciones factibles para proteger a la población civil, a la que, en contra de lo establecido por las leyes de la guerra, han puesto en peligro”, ha manifestado John Dalhuisen.
“Al llevar a cabo operaciones militares en el barrio, las fuerzas rebeldes comparten con las fuerzas ucranianas la responsabilidad de estos últimos ataques.”
Según la información recibida, hoy también fueron alcanzados un edificio del ayuntamiento y numerosas casas en el distrito de Kievskiy, una zona principalmente residencial junto al aeropuerto de Donetsk. Se teme que otros civiles puedan haber resultado heridos o muertos en esos ataques.
Las dos partes del conflicto utilizan cohetes Grad, sobradamente conocidos por su falta de precisión y que no deben utilizarse en zonas civiles.
Los dos bandos han sido responsables de un patrón de ataques indiscriminados contra zonas pobladas, que han causado la muerte y heridas a civiles y han destruido sus casas.
En los últimos 10 días, Amnistía Internacional ha hallado indicios de ataques indiscriminados por parte de combatientes rebeldes que han alcanzado zonas civiles en Debaltseve, en el noroeste de Donetsk, y en Avdiivka, justo al norte del aeropuerto de Donetsk.
“El uso de armas indiscriminadas en zonas pobladas, como por ejemplo morteros y cohetes no guiados, viola el derecho internacional humanitario y puede constituir un crimen de guerra”, ha manifestado John Dalhuisen.
“Todas las partes del conflicto deben tomar todas las precauciones factibles al elegir los medios y métodos de guerra, con vistas a evitar, y en cualquier caso minimizar, la pérdida incidental de vidas civiles, las heridas a civiles y los daños a objetos civiles.”