Las autoridades de Hong Kong deben poner en libertad a todas las personas detenidas sólo por protestar pacíficamente en manifestaciones por la democracia, ha declarado Amnistía Internacional tras la detención por la policía el miércoles de más de 500 personas.
La policía expulsó a cientos de manifestantes pacíficos del distrito comercial de la ciudad a primeras horas del miércoles.
“Esta no era una asamblea ilegal; era una protesta pacífica y legítima según el derecho internacional. La actuación de la policía fue precipitada e innecesaria, y sienta un precedente preocupante”, declaró Mabel Au, directora de Amnistía Internacional en Hong Kong.
Cientos de manifestantes siguen detenidos, según los informes por realizar una “asamblea ilegal” y obstrucción de un lugar público.
“Todas las personas detenidas sólo por ejercer sus derechos a la libertad de expresión y de reunión deben ser puestas en libertad inmediata e incondicionalmente”, afirmó Mabel Au.
Amnistía Internacional insta a las autoridades a que garanticen que todos los detenidos tienen acceso a un abogado de su elección, tras recibir informes según los cuales muchos abogados no han podido reunirse con sus clientes.
El martes, más de medio millón de personas participó en una de las mayores marchas por la democracia de la historia de Hong Kong, según los organizadores. Cientos de personas continuaron la protesta durante la noche antes de que interviniera la policía.
Según el derecho internacional, las protestas no requieren la aprobación de las autoridades, aunque se puede exigir una comunicación previa.
“La dispersión de las protestas sólo debe emplearse como último recurso y es cuestionable que este fuera el caso. Los manifestantes dijeron que se marcharían a las 8 de la mañana y quienes estaban a esa hora así lo hicieron. Las autoridades deben recordar que la reunión pacífica es un uso legítimo y válido del espacio público.”
Según los informes, la policía también instó a los medios de comunicación a que se marcharan del lugar de la manifestación antes de expulsar a los manifestantes.
“La petición a los periodistas de que se marcharan de las protestas es impropia y otra señal preocupante de la creciente hostilidad de las autoridades de Hong Kong hacia la libertad de prensa”, concluyó Mabel Au.