- Brooklyn Rivera es nombrado Preso de Conciencia
- Declaración pública sobre el cierre de año con represión sistémica
Amnistía Internacional ha nombrado hoy a Brooklyn Rivera, líder indígena miskito, como Preso de Conciencia y llama a las autoridades nicaragüenses a disponer su libertad inmediata e incondicional. A la vez, la organización emitió una declaración pública en la que continúa denunciando el modelo represivo del gobierno de Daniel Ortega, que ha sumido a Nicaragua en una crisis de derechos humanos sin precedentes y que sigue profundizándose luego de seis años.
“La represión en Nicaragua no deja a nadie a salvo,” afirmó Ana Piquer, directora para las Américas de Amnistía Internacional. “Desde líderes indígenas, periodistas, personas defensoras de derechos humanos y cualquiera que sea visto como un riesgo para las políticas del gobierno, las autoridades siguen consolidando el clima de miedo en el que disentir se castiga con cárcel, exilio o desaparición”.
La represión en Nicaragua no deja a nadie a salvo. Desde líderes indígenas, periodistas, personas defensoras de derechos humanos y cualquiera que sea visto como un riesgo para las políticas del gobierno, las autoridades siguen consolidando el clima de miedo en el que disentir se castiga con cárcel, exilio o desaparición.
Ana Piquer, directora para las Américas de Amnistía Internacional.
El caso de Brooklyn Rivera, líder indígena miskito y declarado hoy preso de conciencia por Amnistía Internacional, ilustra esta represión sistemática. En abril de 2023, tras denunciar la situación de los pueblos indígenas en un foro internacional, las autoridades le negaron el ingreso al país. Luego de ingresar por rutas alternas, apelando a los derechos de libre circulación reconocidos a los Pueblos Indígenas transfronterizos, en septiembre de ese año, fue detenido arbitrariamente y sometido a 14 meses de desaparición forzada. Finalmente, en noviembre de 2024, las autoridades nicaragüenses, en una sesión del Examen Periódico Universal de la ONU, admitieron tener a Brooklyn Rivera bajo su custodia, acusándolo de traición, menoscabo a la integridad nacional y conspiración.
“Ejercer sus derechos y disentir de las políticas gubernamentales lo convirtió en blanco de la maquinaria represiva. Su caso refleja cómo las autoridades han mantenido una política de intolerancia y castigo a cualquier voz crítica”, explicó Ana Piquer.
Brooklyn Rivera se suma a cientos de personas que, durante los últimos seis años, han sido encarceladas injustamente en Nicaragua por ejercer sus derechos. “Al declararlo preso de conciencia, reafirmamos que nadie debería ser privado de su libertad por defender sus derechos. Esta designación es un reconocimiento a las decenas de personas que permanecen privadas de su libertad o en condición de desaparecidas por ejercer pacíficamente sus derechos y a todas aquellas personas que desde el exilio forzado continúan resistiendo y luchando por un país que respete y proteja los derechos humanos”.
Al declararlo preso de conciencia, reafirmamos que nadie debería ser privado de su libertad por defender sus derechos. Esta designación es un reconocimiento a las decenas de personas que permanecen privadas de su libertad o en condición de desaparecidas por ejercer pacíficamente sus derechos y a todas aquellas personas que desde el exilio forzado continúan resistiendo y luchando por un país que respete y proteja los derechos humanos.
Ana Piquer, directora para las Américas de Amnistía Internacional.
Por otra parte, en la declaración la organización señala que, en un contexto de represión y cierre del espacio cívico en Nicaragua, las autoridades han continuado implementando y perfeccionado una estrategia represiva que ha escalado desde el uso de la fuerza letal contra manifestantes en 2018, hasta la actual privación arbitraria de nacionalidad de personas consideradas disidentes. A pesar de las excarcelaciones en 2023 y 2024, numerosas personas siguen privadas de su libertad por motivos políticos o simplemente por expresar opiniones contrarias al gobierno. El acoso, hostigamiento y el uso indebido del derecho penal que inicialmente se dirigía contra manifestantes, activistas, opositores políticos, periodistas, personas defensoras de derechos humanos y lideres indígenas, se ha ido extendiendo a la sociedad en su conjunto, afectando a cualquier persona percibida como una amenaza para las políticas o narrativa estatal.
Amnistía Internacional insta nuevamente al gobierno de Nicaragua a detener de inmediato todas las prácticas represivas, garantizar el respeto de los derechos humanos de toda la población y cesar la criminalización de la disidencia.
La organización exige la liberación inmediata e incondicional de Brooklyn Rivera y todas las personas detenidas arbitrariamente por ejercer sus derechos. Urge a que se ponga fin a la práctica de la privación arbitraria de la nacionalidad, así como la restitución plena de los derechos de las personas despojadas de esta. Además, aboga para que las autoridades brinden información clara y acceso para las familias de las personas en situación de desaparición, asegurando su contacto regular y el respeto de las normas mínimas para el trato de personas detenidas.
Asimismo, Amnistía Internacional hace un llamado a la comunidad internacional para mantener un monitoreo cercano de la crisis en Nicaragua a través de los mecanismos internacionales de protección de los derechos humanos, así como a acoger y proteger a las personas desplazadas y expulsadas, garantizando asistencia humanitaria y facilitando la reunificación familiar. La organización también insta a los Estados a activar la jurisdicción universal para investigar y, de existir pruebas admisibles suficientes, juzgar a todas las personas sospechosas de responsabilidad penal individual por posibles crímenes de lesa humanidad, enviando así un mensaje contundente de que la impunidad no será tolerada.
“Los Estados no pueden permanecer indiferentes ante las tácticas inhumanas que el gobierno de Ortega y Murillo llevan implementado por más de seis años”, concluyó Ana Piquer. “Es crucial que la comunidad internacional tome medidas concretas y efectivas y actúe de formar coordinada, para poner fin a esta maquinaria de represión y garantizar el acceso a la justicia y reparación para las miles de víctimas”.
Es crucial que la comunidad internacional tome medidas concretas y efectivas y actúe de formar coordinada, para poner fin a esta maquinaria de represión y garantizar el acceso a la justicia y reparación para las miles de víctimas.
Ana Piquer, directora para las Américas de Amnistía Internacional.
Para determinar si alguien es una persona presa de conciencia, Amnistía Internacional se basa en la información de que dispone sobre las circunstancias que condujeron a su detención. Al adoptar a alguien como persona presa de conciencia, Amnistía Internacional afirma que esa persona debe ser puesta en libertad de forma inmediata e incondicional, pero esto no significa que respalde sus opiniones o conductas pasadas o presentes.
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