Ante la noticia de que Vladimir Kara-Murza, activista político y periodista, ha sido condenado a 25 años de cárcel por un tribunal ruso por “alta traición” y otros cargos formulados por motivos políticos por denunciar la invasión de Ucrania por Rusia, Natalia Zviagina, directora de Amnistía Internacional Rusia, ha declarado:
“La condena a 25 años de cárcel impuesta a Vladimir Kara-Murza es otro estremecedor ejemplo de la represión sistemática de la sociedad civil, que el gobierno del Kremlin ha ampliado y acelerado desde que el año pasado Rusia invadiera Ucrania. Los llamados ‘delitos’ por los que fue juzgado Vladimir Kara-Murza —denunciar la invasión y hablar en defensa de las víctimas de violaciones de derechos humanos— son, de hecho, actos de notable valentía. Este fallo vincula erróneamente el activismo de derechos humanos con la ‘alta traición’, y recuerda la represión de la época de Stalin.”
«Hace una semana, Vladimir Kara-Murza volvió a denunciar la guerra de Ucrania en sus últimas palabras ante el tribunal: “Sé cuál va a ser mi sentencia. Lo sabía hace un año, cuando vi por el espejo retrovisor de mi automóvil unas personas con uniformes y máscaras negras corriendo tras él. Es el precio que hoy se paga en Rusia por no guardar silencio. Pero también sé que llegará el día en el que se disipará la oscuridad que ahora envuelve nuestro país”, afirmó.
“Ese día llegará inexorablemente, como llega la primavera incluso tras el más crudo de los inviernos. Y entonces, nuestra sociedad abrirá los ojos y se horrorizará de los terribles crímenes que se cometieron en su nombre.”
Información complementaria
El 17 de abril, el Tribunal Municipal de Moscú condenó a Vladimir Kara-Murza, destacado activista político y periodista ruso, a 25 años de cárcel por “alta traición” (artículo 275 del Código Penal de Rusia), por haber participado en una mesa redonda para “difundir a sabiendas información falsa sobre las Fuerzas Armadas de Rusia” (artículo 207.3.2) en un discurso que pronunció ante la Cámara de Representantes de Arizona (Estados Unidos) en el que criticaba la invasión de Ucrania, y por “llevar a cabo actividades de una organización indeseable” (artículo 284.1.1). Los cargos de “alta traición” se formularon por su “cooperación con un país de la OTAN” con sus intervenciones públicas en Lisboa, Helsinki y Washington DC, en las que condenó la invasión a gran escala de Ucrania por Rusia.
Las autoridades rusas cada vez utilizan más estos cargos para detener, procesar y condenar a defensores y defensoras de los derechos humanos, periodistas y figuras de la oposición que expresan sus críticas a la invasión de Ucrania.
Vladimir Kara-Murza, de 41 años y padre de tres hijos, fue un estrecho colaborador del destacado líder de la oposición Boris Nemtsov, asesinado en el centro de Moscú en 2015, y cooperó con el expreso de conciencia Mikhail Khodorkovsky, actualmente en el exilio, y con otros grupos políticos de oposición, ONG de derechos humanos y medios de comunicación independientes. Es conocido por su campaña en favor de la “lista Magnitsky” y otras sanciones específicas contra presuntos autores de abusos contra los derechos humanos en Rusia. Sobrevivió a dos intentos de envenenamiento, en 2015 y en 2017, ninguno de los cuales ha sido investigado por las autoridades rusas.
Vladimir Kara-Murza fue arrestado el 11 de abril de 2022 cerca de su domicilio en Moscú. Su salud se deterioró mientras estuvo detenido, y llegó a desarrollar polineuropatía en ambos pies, según sus abogados.
Amnistía Internacional considera que Vladimir Kara-Murza es preso de conciencia, ya que ha sido condenado únicamente por sus opiniones políticas, y que debe quedar en libertad de inmediato y sin condiciones.