La vacuna contra la COVID-19 debe estar disponible para toda la población, en contra de lo que dice la nueva orden ejecutiva

Ante las noticias sobre una orden ejecutiva emitida por el presidente Donald Trump, Bob Goodfellow, director ejecutivo interino de Amnistía Internacional Estados Unidos, ha declarado:

“La anunciada orden ejecutiva del presidente Trump es moral y estratégicamente desafortunada. Si esta pandemia nos ha enseñado algo, es que estaremos a salvo sólo en la medida en que lo estemos quienes corremos más riesgo. Las vacunas contra la COVID-19 deben estar disponibles para toda la población con independencia de su lugar de residencia y de sus ingresos. La crisis de la COVID-19 es una crisis global que exige la cooperación global, no un enfoque “yo primero” o “Estados Unidos primero” que ponga en peligro el derecho de todas las personas a ser protegidas del virus.

“En virtud del derecho internacional de los derechos humanos, los países tienen la obligación de trabajar juntos para responder a la pandemia y los países más ricos tienen la responsabilidad especial de ayudar a los que tienen menos recursos. Acaparar vacunas para la población estadounidense no va a acabar con esta pandemia. La Organización Mundial de la Salud calcula que para alcanzar la inmunidad de grupo, tendrá que estar vacunado el 70% de la población mundial. Sólo cuidándonos los unos de los otros podremos acabar finalmente con la propagación de esta enfermedad mortal”.

Amnistía Internacional Estados Unidos pide a la administración entrante que coopere para asegurarse de que todas las personas tienen acceso a la vacuna absteniéndose de suscribir grandes acuerdos bilaterales con empresas farmacéuticas; incorporándose a iniciativas globales que tienen como fin garantizar el acceso equitativo a la vacuna para todos los países, como el COVAX de la OMS,  y apoyándolas; y teniendo en cuenta los derechos humanos de las personas y comunidades que corren mayor riesgo cuando se decida la distribución. La organización de derechos humanos pide también a Estados Unidos que elabore planes nacionales de distribución de la vacuna contra la COVID-19 que sean accesibles, inclusivos y no discriminatorios, con arreglo a las leyes y normas de derechos humanos.

Información complementaria y contexto

Las investigaciones de Oxfam han concluido que los países ricos, que representan sólo el 13% de la población mundial, ya han comprado más de la mitad de la vacunas futuras. Esto significa que más de la mitad de las dosis prometidas de las cinco principales vacunas candidatas ya están asignadas. En noviembre de 2020, más del 80% del suministro previsto en 2021 de las vacunas de Pfizer-BioNTech y Moderna ya se habían vendido a países ricos.

El Mecanismo COVAX es una vía para que los países pongan en común sus recursos con el fin de invertir en, y de comprar, todas las vacunas posibles y distribuirlas después de forma imparcial y equitativa. Hasta ahora, participan en el COVAX 178 países, con las excepciones notables de Estados Unidos y Rusia.