La decisión de Arabia Saudí de permitir conducir a las mujeres es una buena noticia, pero debe ir seguida de más reformas de los derechos de las mujeres, manifestó hoy Amnistía Internacional.
Este fin de semana (domingo 24 de junio) se levantará la controvertida prohibición de conducir y se permitirá a las mujeres conducir en el país.
No obstante, en Arabia Saudí ocho activistas continúan bajo custodia por su trabajo pacífico de defensa de los derechos humanos, entre ellas las destacadas activistas en favor de los derechos de las mujeres y contra la prohibición de conducir Loujain al Hathloul, Iman al Nafjan y Aziza al Yousef. Algunas llevan más de un mes detenidas sin cargos y podrían ser sometidas a juicio en el tribunal antiterrorista y condenadas a hasta 20 años de prisión por su activismo.
Las activistas por los derechos de las mujeres detenidas llevan muchos años haciendo campaña por el derecho a conducir y la abolición del represivo sistema de tutela masculina en Arabia Saudí.
En virtud del represivo sistema de tutela de Arabia Saudí, las mujeres y las niñas sufren discriminación sistemática en la legislación y en la práctica. Las mujeres no pueden viajar, tener trabajos remunerados, cursar estudios superiores ni casarse sin el permiso de un tutor varón. Además, las mujeres saudíes casadas con extranjeros no pueden transmitir la nacionalidad a sus hijos, a diferencia de los varones saudíes en una situación similar.
“El levantamiento de la prohibición da fe de la valentía y la determinación de las activistas de los derechos de las mujeres que llevan haciendo campaña sobre esta cuestión desde la década de 1990 y las activistas que dieron continuidad a su trabajo pionero en las campañas llevadas a cabo desde 2011”, manifestó Samah Hadid, directora de Campañas de Amnistía Internacional para Oriente Medio.
“Aunque acogemos con satisfacción la decisión de que las mujeres puedan por fin sentarse al volante, no debemos olvidar que muchas personas continúan encarceladas por su trabajo en la lucha por los derechos de las mujeres en Arabia Saudí.”
“El levantamiento de la prohibición es un pequeño paso en la dirección adecuada que debía haberse dado hace mucho tiempo y que ahora debe ir seguido de reformas que pongan fin a toda una serie de leyes y prácticas discriminatorias. Es indignante que en Arabia Saudí las mujeres sigan siendo tratadas como ciudadanas de segunda clase.”
“Si el príncipe heredero Mohammad Bin Salman realmente se considera un reformista, debe poner en libertad a las y los activistas por los derechos de las mujeres e incluir a activistas y miembros de la sociedad civil en el proceso de reforma de Arabia Saudí.”
Amnistía Internacional pide que se ponga fin a todas las formas de discriminación contra las mujeres, incluido el sistema de tutela masculina.
El efecto disuasorio de la reciente campaña de difamación
La última campaña represiva contra activistas en favor de los derechos de las mujeres se ha desarrollado a pesar de que el príncipe heredero Mohammad Bin Salman se presenta como un “reformista”. Su campaña internacional de relaciones públicas contrasta marcadamente con una intensificación de la represión de las voces disidentes, incluidas las que hacen campaña en favor de la igualdad de derechos para las mujeres.
Las autoridades de Arabia Saudí y los medios de comunicación afines al gobierno emprendieron el 19 de mayo una campaña pública de difamación para intentar desacreditar a cinco destacados defensores y defensoras de los derechos humanos de las mujeres tildándolos de “traidores” tras detenerlos. Los medios de comunicación estatales publicaron declaraciones oficiales que acusaban a los y las activistas y a otras personas más de formar una “célula” que suponía una amenaza para la seguridad del Estado por su “contacto con entidades del extranjero con el objetivo de socavar la estabilidad y el tejido social del país”.
“La reciente campaña de represión ha tenido un efecto desestabilizador en la ya terrible situación de la libertad de expresión, asociación y reunión en el país. Los y las activistas han denunciado que la gente tiene miedo de hablar abiertamente”, explicó Samah Hadid.
“Esta campaña de difamación contra activistas no tiene precedentes y demuestra que cualquier opinión discrepante con la agenda de reformas del gobierno no será tolerada públicamente.”
“La represión del príncipe heredero Bin Salman contra activistas en favor de los derechos de las mujeres y la disuasoria campaña de difamación que se sigue librando contra estas mujeres en los medios de comunicación saudíes es una muestra de que el príncipe heredero está silenciando las voces de activistas o reformistas que cuestionan el discurso gubernamental sobre las reformas en el país.”
“Los aliados de Arabia Saudí, en particular Estados Unidos, Reino Unido y Francia, no deben permanecer callados ante las graves violaciones de derechos humanos sistemáticas y la represión del activismo en favor de estos derechos. La comunidad internacional debe presionar a las autoridades saudíes para que pongan fin a la represión contra quienes defienden los derechos humanos en el país.”
Amnistía Internacional ha hecho campaña por la liberación de los y las activistas en favor de los derechos de las mujeres detenidos en la reciente oleada de represión.
El movimiento por el derecho a conducir
Las mujeres saudíes, a quienes no se permite conducir, mantienen una campaña pública en contra de esta prohibición desde 1990, cuando alrededor de 40 mujeres transitaron conduciendo sus automóviles por una de las principales calles de la capital, Riad. La policía las obligó a detenerse, y varias fueron suspendidas temporalmente de empleo y sueldo.
Estas protestas han continuado desde entonces. En 2007, las activistas enviaron una petición al difunto rey Abdalá, y al año siguiente la activista Wajeha al Huwaider se grabó conduciendo y subió el vídeo a YouTube con motivo del Día Internacional de la Mujer. En 2011, las mujeres saudíes volvieron a utilizar YouTube para subir vídeos de sí mismas al volante en protesta por la prohibición. A algunas las detuvieron y a otras las obligaron a firmar documentos en los que se comprometían a no volver a conducir. Al menos una fue juzgada y condenada a 10 latigazos.
En octubre de 2013, activistas de los derechos de las mujeres pusieron en marcha otra iniciativa para que se levantara la prohibición. Poco después del anuncio, algunas activistas recibieron reiteradas amenazas de las autoridades para que detuvieran la campaña, y se hackeó el sitio web de ésta. A pesar de la intimidación, decenas de mujeres se grabaron conduciendo sus automóviles y publicaron los vídeos en Internet. Algunas fueron detenidas, pero la mayoría quedaron en libertad al poco tiempo.
Tras el real decreto del año pasado para levantar la prohibición de conducir en septiembre de 2017, las mujeres que habían hecho campaña contra ella recibieron llamadas telefónicas advirtiéndoles que no hicieran comentarios sobre la noticia.
Citas de activistas de los derechos de las mujeres
Durante la presentación de la campaña contra la prohibición de conducir en octubre de 2013, Loujain al Hathloul manifestó: “Vamos a lanzar una nueva campaña por el derecho de las mujeres a conducir. Si no pudiste participar en las de 1991 o 2011, el 26 de octubre de 2013 tienes una nueva oportunidad. Es injusto que las autoridades masculinas nos lo impidan; no hay leyes ni normas que prohíban conducir a las mujeres”.
En un artículo para CNN de septiembre de 2017, Iman al Nafjan declaró: “Ahora que se ha levantado la prohibición de conducir, tal vez sea posible hacer otras conquistas. La más importante en este momento es la abolición del sistema de tutela”.
Y en octubre de 2016, Aziza al Yousef dijo: “Nuestra libertad de circulación es una de nuestras demandas en la campaña para poner fin al sistema de tulela masculina”.