La prohibición de conducir y el movimiento Women2Drive
Las mujeres saudíes, a quienes no se permite conducir, mantienen una campaña pública en contra de esta prohibición desde 1990, cuando alrededor de 40 mujeres transitaron conduciendo sus automóviles por una de las principales calles de la capital, Riad. La policía las obligó a detenerse, y varias fueron suspendidas temporalmente de empleo y sueldo.
Estas protestas han continuado desde entonces. En 2007, las activistas enviaron una petición al difunto rey Abdalá, y al año siguiente la activista Wajeha al Huwaider se grabó conduciendo y subió el vídeo a YouTube con motivo del Día Internacional de la Mujer.
En 2011, las mujeres saudíes volvieron a utilizar YouTube para subir vídeos de sí mismas al volante en protesta por la prohibición. A algunas las detuvieron y a otras las obligaron a firmar documentos en los que se comprometían a no volver a conducir. Al menos una fue juzgada y condenada a 10 latigazos.
El 26 de octubre de 2013, activistas de los derechos de las mujeres pusieron en marcha una iniciativa parecida para que se levantara la prohibición. Una activista, Loujain al Hathloul, anunció oficialmente el comienzo de la campaña en un vídeo publicado en Internet. Poco después del anuncio, algunas activistas recibieron reiteradas amenazas de las autoridades para que detuvieran la campaña. El 24 de octubre, el Ministerio del Interior afirmó que respondería “firmemente y con medidas de fuerza” si la campaña se llevaba a cabo, y el 25 de octubre fue hackeado el sitio web de ésta.
A pesar de estas amenazas y de las intimidaciones, decenas de mujeres se grabaron conduciendo sus automóviles y publicaron los vídeos en Internet. Algunas fueron detenidas, pero la mayoría quedaron en libertad al poco tiempo.
Tras el real decreto del año pasado que levantaba la prohibición de conducir, las mujeres que habían hecho campaña contra ella recibieron llamadas telefónicas advirtiéndoles que no hicieran comentarios sobre la noticia.
Persecución de la activista Loujain al Hathloul
Estos medios estatales no han dado a conocer públicamente los nombres de las tres destacadas defensoras y los dos defensores de los derechos humanos, pero medios locales afines al gobierno los revelaron al día siguiente, en una aterradora campaña de difamación, calificándolos de “traidores”. Una de estas personas es Loujain al Hathloul, conocida activista contra la prohibición de que las mujeres conduzcan vehículos en Arabia Saudí.
Al Hathloul lleva largo tiempo siendo perseguida. Estuvo 73 días detenida tras su famoso desafío a la prohibición, cuando intentó entrar en un vehículo conducido por ella a Arabia Saudí desde Emiratos Árabes Unidos el 30 de noviembre de 2014. Los agentes se seguridad de Al Batha, ciudad fronteriza del este de Arabia Saudí, le confiscaron el pasaporte y le hicieron pasar la noche en el automóvil.
Al Hathloul filmó su intento de cruzar la frontera, y el vídeo de su experiencia, que subió a YouTube, tuvo cientos de miles de visitas. La activista también documentó su experiencia en Twitter, donde su nombre fue trending topic internacional.
Loujain al Hathloul se presentó a las elecciones en noviembre de 2015, la primera vez que se permitía a las mujeres votar y presentarse como candidatas en las elecciones al Consejo Consultivo (Shura) en Arabia Saudí. Sin embargo, pese a reconocerse su candidatura, su nombre nunca llegó a incluirse en las papeletas. La activista volvió a ser detenida en junio de 2017 y se le negó el acceso a asistencia letrada y a sus familiares. Al final, y después de cuatro días, quedó en libertad, sin que se supiera bajo qué condiciones.
Otras personas encarceladas este mes fueron Iman al Nafjan, defensora de los derechos humanos y bloguera; Aziza al Yousef, otra activista en favor del derecho a conducir;Ibrahim al Modeimigh, abogado y defensor de los derechos de las mujeres, y el joven activista Mohammad al Rabea.
La prohibición de que las mujeres conduzcan se levantará en junio, y el 24 de junio comenzarán a expedirse permisos de conducir. Amnistía Internacional ha acogido con satisfacción la medida, y ha afirmado que es "un pequeño paso en la dirección correcta pendiente desde hace mucho tiempo".