Aumentan los abusos contra las mujeres en Internet mientras Twitter no respeta los derechos de las mujeres

El día que Twitter celebra los 12 años del primer tuit, Amnistía lanza una nueva campaña para denunciar que la empresa no ha evitado la violencia y el abuso contra las mujeres online.
A pesar de haberse comprometido a acometer con más responsabilidad iniciativas para mejorar la “salud” de la conversación en su plataforma, Twitter se niega a desvelar información significativa sobre cómo maneja las denuncias de abuso y violencia.
Las palabras de Twitter al afirmar recientemente “apoyamos a las mujeres de todo el mundo” suenan falsas en vista de la inveterada falta de protección que la plataforma ofrece a sus usuarias frente a la violencia y el abuso, ha dicho hoy Amnistía Internacional, que ha publicado un nuevo informe sobre las experiencias de las mujeres en la plataforma, valorada en miles de millones de dólares.
El nuevo informe, titulado #ToxicTwitter: Violence and abuse against women online, (Twitter intoxicado: violencia y abuso contra las mujeres en Internet) demuestra que la empresa no respeta los derechos humanos de las mujeres con su respuesta inadecuada e ineficaz ante los comportamientos de violencia y abuso. El informe incluye una serie de recomendaciones concretas para hacer de Twitter un lugar más seguro para las mujeres.
“Las mujeres tienen derecho a vivir sin discriminación y violencia, dentro y fuera de Internet. Sin embargo, al dejar que prosperen los abusos contra las mujeres, Twitter está socavando estos derechos. A pesar de las reiteradas promesas de limpiar la plataforma, muchas mujeres, al conectarse a Twitter, encuentran que su cuenta está llena de amenazas de muerte, amenazas de violación y comentarios racistas u homófobos”, ha dicho Azmina Dhrodia, investigadora sobre tecnología y derechos humanos de Amnistía Internacional.
“Nuestra investigación demuestra que Twitter no está ofreciendo recursos adecuados a quienes sufren violencia y abusos en la plataforma. Como empresa, Twitter debe esforzarse mucho más para respetar los derechos humanos de las mujeres.”
Jack Dorsey, consejero delegado de Twitter, publicó una solicitud de ayuda este mes, en la que se comprometía a que la empresa rinda cuentas públicamente de sus iniciativas para mejorar la “salud” de las conversaciones en su plataforma. Sin embargo, a pesar de las reiteradas peticiones de Amnistía Internacional, Twitter se ha negado a hacer pública información significativa sobre la forma en que la empresa responde a las denuncias de violencia y abusos.
“Es fantástico que Jack Dorsey haya pedido ayuda y aportaciones sobre este asunto, pero el hecho de que Twitter se niegue a desvelar información significativa sobre la forma en que se ocupa de la violencia contra las mujeres en Internet hace que resulte difícil saber cómo abordar el problema. Twitter debería actuar proactivamente con medidas concretas, tales como comprometerse, al menos, a responder a las usuarias que denuncian abusos”, ha dicho Azmina Dhrodia.
Twitter manifestó su desacuerdo con las conclusiones de Amnistía Internacional, y afirmó en una declaración: “No podemos eliminar el odio y los prejuicios de la sociedad”, explicando que en los últimos 16 meses había incorporado más de 30 modificaciones a su plataforma para mejorar la seguridad y había incrementado el número de casos de actuación respecto a tuits abusivos. La empresa reiteró su negativa a compartir datos sobre la forma en que aborda las denuncias de abuso, afirmando que esta información “no resulta esclarecedora”, debido a que “las herramientas para denunciar suelen utilizarse inadecuadamente”.
Amnistía Internacional reconoce que el contexto es importante cuando se comparten datos en bruto, pero no hay nada que le impida a Twitter proporcionar ese contexto junto con los datos, y la responsabilidad de la empresa en materia de derechos humanos conlleva una obligación de transparencia por su parte respecto a la manera en que se ocupa de las denuncias de violencia y abuso.
“Twitter ha intentado reiteradamente desviar la atención de su responsabilidad centrándose en el problema del odio y el prejuicio en la sociedad en general. No le estamos pidiendo que resuelva los problemas del mundo, sino que adopte cambios concretos que demuestren realmente que en Twitter no se toleran los comportamientos abusivos contra las mujeres”, ha dicho Azmina Dhrodia.
El informe se basa en la combinación de investigaciones cuantitativas y cualitativas realizadas en los últimos 16 meses, durante los que se entrevistó a 86 mujeres y otras personas de género no binario —profesionales de la política, el periodismo y usuarias corrientes de Twitter en Reino Unido y Estados Unidos— sobre sus experiencias en situaciones en las que Twitter no abordó con seriedad denuncias de abuso.
La propia política de Twitter sobre las conductas de incitación al odio prohíbe la violencia y los comportamientos abusivos contra las mujeres, y Twitter tiene un sistema de denuncia para que las personas que utilizan la plataforma señalen las cuentas o tuits que infringen esta política.
Sin embargo, según el informe, Twitter no dice a sus usuarios y usuarias cómo interpreta y aplica esta política ni cómo forma a las personas que moderan sus contenidos para que respondan a denuncias de violencia y abuso. El informe concluye que la aplicación de la política sobre comportamiento abusivo es poco sistemática, e incluso que en ocasiones ni siquiera se responde a estos comportamientos, lo que supone que el contenido abusivo permanece en la plataforma a pesar de que viola sus reglas.
Miski Noor, persona que no encaja en las convenciones de género especialista en comunicaciones de la Red Mundial Black Lives Matter, ha declarado: “Twitter va a tener que decir si está o no con la gente. Twitter tiene el poder de cambiar la manera en que las mujeres y personas femeninas experimentan el comportamiento abusivo en su plataforma, o incluso si lo experimentan. Después de todo, Twitter es quien coordina el espacio y tiene el poder de cambiar nuestras experiencias.”
El impacto del abuso
Como todas las empresas, Twitter tiene la responsabilidad de respetar los derechos humanos, incluidos los derechos a vivir sin discriminación ni violencia y a la libertad de expresión y opinión. Sin embargo, la investigación de Amnistía Internacional demuestra que, al no abordar adecuadamente los comportamientos violentos y abusivos de sus usuarios, Twitter contribuye a silenciar a las mujeres en la plataforma.
En 2017, Amnistía encuestó a 4.000 mujeres en ocho países y halló que más de las tres cuartas partes (76%) de las que habían experimentado abusos o acoso en una red social habían modificado su forma de utilizar la plataforma. Uno de estos cambios fue limitar lo que publicaban: El 32% de las mujeres dijo que había dejado de publicar contenidos que expresaban su opinión sobre ciertos temas.
Amnistía Internacional ha documentado cómo las mujeres de color, de minorías étnicas o religiosas, las mujeres LGBTI, las personas de género no binario y las mujeres con discapacidades son objeto de otros tipos de abusos particulares. Esto puede tener como consecuencia que se excluya aún más a las voces ya marginadas de las conversaciones públicas.
La periodista estadounidense Imani Gandy dijo a Amnistía Internacional: “Me acosan como mujer, y me acosan aún más por mi raza, por ser una mujer negra. A las mujeres blancas las llaman ‘zorras’, y a mí, ‘zorra negra’. Sea cual sea la identidad que escojan, la escogerán y la utilizarán contra ti. Cualquier ofensa que se les ocurra contra un grupo marginado, la utilizarán.”
Procurar una experiencia menos tóxica
El informe presenta recomendaciones concretas para que Twitter se convierta en un lugar más seguro y menos tóxico para las mujeres, como:
Compartir ejemplos concretos de violencia y abuso que no serán tolerados;Compartir información sobre tiempos de respuesta a denuncias de abuso, establecer objetivos e informar regularmente;Garantizar que las decisiones de restringir los contenidos son coherentes con el derecho y las normas internacionales de derechos humanos.
Twitter también debe centrarse en capacitar y empoderar a sus usuarios y usuarias para procurar una experiencia más segura y menos tóxica, Entre otras cosas con la creación de campañas de sensibilización sobre las diferentes funciones de seguridad y privacidad disponibles.
“En los últimos meses se ha visto una oleada de solidaridad y activismo de mujeres de todo el mundo, y no cabe duda de que Twitter tiene un importante papel que desempeñar en movimientos como #MeToo”, ha dicho Azmina Dhrodia.
“Las recientes iniciativas de la plataforma muestran que Twitter desea formar parte de este cambio, pero las mujeres que han sufrido abusos en Twitter no se lo creen. Si no toma más medidas concretas para identificar eficazmente la violencia y los abusos contra las mujeres en su plataforma y responsabilizarse de ellos, su afirmación de que está del lado de las mujeres no tendrá credibilidad.”