Al menos 13 personas han muerto y más de cien han resultado heridas después de que una furgoneta atropellara deliberadamente ayer, jueves 17 de agosto, sobre las cinco de la tarde, a una multitud de personas en Las Ramblas de Barcelona, una de las zonas más concurridas por los turistas en la localidad.
Asimismo, según fuentes oficiales, varias horas después, sobre la una de la madrugada del día 18, ha tenido lugar otro ataque en Cambrils (Tarragona) que ha dejado al menos una persona muerta. Según se ha informado, este segundo ataque ha sido contenido por los Mossos d’Esquadra (policía autonómica catalana), después de que cinco personas fueran abatidas cuando intentaban realizar una acción similar a la de Barcelona. Se ha confirmado la muerte de las cinco personas, que portaban, según las fuentes oficiales, explosivos falsos. Amnistía Internacional ha condenado estos ataques, y ha denunciado que podrían suponer incluso un crimen de lesa humanidad.
En ese sentido, la organización resalta que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado han confirmado que ambos ataques, así como la explosión en Alcanar (Tarragona) del 16 de agosto, que dejó un muerto y un herido, estarían conectados. Es por eso, denuncia la organización, y de confirmarse la información hecha pública por las autoridades, que podría formar parte de un ataque generalizado y extendido contra la población en España en apoyo de la política de una organización. “Como tal, esto supondría un grave abuso de derechos humanos: hay que recordar que los crímenes de lesa humanidad, por su naturaleza atroz, incumben a toda la comunidad internacional y son imprescriptibles”, declara el director de Amnistía Internacional, Esteban Beltrán.
“Nadie puede justificar una acción así. Nuestros pensamientos están con las víctimas y sus familiares, a quienes queremos hacer llegar toda nuestra solidaridad”, asegura Esteban Beltrán. “Las autoridades españolas deben realizar una investigación independiente, exhaustiva e inmediata según los estándares internacionales, para hacer comparecer ante la justicia a todas las personas sospechosas de responsabilidad penal por los atentados. Las víctimas tienen también derecho a la verdad, la justicia y la reparación integral”, añade.
Amnistía Internacional ha acudido al homenaje que ha tenido lugar en días pasados en Barcelona y ha llevado a cabo un minuto de silencio en su sede central con el mensaje “Sin odio ni miedo”. “En momentos tan difíciles es importante evitar cualquier tipo de discurso del odio, y recordar que ante ataques como éstos siempre se debe responder con firmeza, con seguridad y con respeto a los derechos humanos”, concluye Beltrán.