La propuesta de las autoridades italianas de enviar buques de guerra a patrullar las aguas territoriales libias es un intento vergonzoso de eludir su deber de rescatar a las personas refugiadas y migrantes en el mar y de ofrecer protección a quienes la necesitan, ha manifestado Amnistía Internacional antes de una votación que tendrá lugar mañana en el Parlamento italiano.
El plan prevé el despliegue de hasta seis barcos para apoyar a la guardia costera libia en la interceptación y devolución de personas refugiadas y migrantes a Libia, donde éstas podrían sufrir terribles abusos y violaciones de derechos humanos. En virtud del plan, es probable que se autorice a personal militar italiano a usar la fuerza contra contrabandistas y traficantes de personas, lo que también podría provocar que personas refugiadas e migrantes quedaran atrapadas en el fuego cruzado.
“En lugar de enviar barcos para ayudar a salvar vidas y de ofrecer protección a personas refugiadas y migrantes desesperadas, Italia está planeando desplegar buques de guerra para devolverlas a Libia”, afirmó John Dalhuisen, director de Amnistía Internacional para Europa.
“Esta estrategia vergonzosa no está concebida para poner fin a la creciente cifra de muertes en el Mediterráneo central, sino más bien para impedir la llegada de personas refugiadas y migrantes a las costas italianas. Las afirmaciones de que se respetarán los derechos de las personas devueltas sonarán huecas a quienes han huido de abusos atroces en los centros de detención libios.”