Activistas de más de 30 países se unirán a las protestas ante las embajadas turcas exigiendo la libertad del presidente y la directora de Amnistía Internacional, así como de otros destacados defensores y defensoras de los derechos humanos encarcelados en la espiral de represión.
Las manifestaciones se celebran transcurrido un mes desde que el presidente de Amnistía Internacional Turquía, Taner Kiliç, fuera enviado a prisión preventiva por cargos infundados, y cinco días después de la detención de su directora, İdil Eser, junto con otros siete destacados activistas de derechos humanos. Todos se enfrentan a investigaciones penales por la sospecha absurda de que pertenecen a una “organización terrorista armada”.
“Ahora que nos acercamos al primer aniversario del estado de excepción en Turquía, estos casos demuestran lo arbitraria y feroz que ha sido la represión llevada a cabo contra la oposición, real o supuesta, tras el golpe. Cada día que pasa aumenta el clamor para que se ponga en libertad de inmediato y sin condiciones a nuestros compañeros, un clamor que no será acallado”, ha dicho Salil Shetty, secretario general de Amnistía Internacional.
“No nos quedaremos de brazos cruzados viendo cómo reputados defensores y defensoras de los derechos humanos son encarcelados por motivos espurios en un intento claramente tóxico de intimidar a las valientes voces críticas de Turquía que se han negado a ser silenciadas. Mientras estén en la cárcel, marcharemos en su favor. Mientras estén amordazados, protestaremos por ellos.”
İdil Eser, siete destacados defensores y defensoras de los derechos humanos y dos formadores fueron detenidos cuando asistían a un taller formativo profesional. Durante más de 28 horas, las autoridades rehusaron revelar su paradero y les negaron el derecho a llamar a sus seres queridos.Se ha autorizado que permanezcan detenidos durante siete días, un plazo que podría prorrogarse otros siete sin necesidad de presentarlos ante los tribunales.
Taner Kiliç fue detenido el 6 de junio. Tres días después fue acusado de “pertenecer a la organización terrorista Fethullah Gülen” y puesto en prisión preventiva. La alegación presentada por las autoridades que teóricamente vincula a Taner Kiliç con el movimiento Gülen es que se descubrió que, en agosto de 2014, Taner tenía en su teléfono Bylock, una aplicación de mensajería segura para telefonía móvil que, según las autoridades, utilizaban los miembros de la “Organización Terrorista Fethullah Gülen”.
No se ha presentado ninguna prueba que sustente esta alegación, y Taner Kiliç niega haber descargado o utilizado jamás Bylock, o haber oído siquiera hablar de ella, hasta que se dio amplia publicidad a su presunto uso en relación con recientes detenciones y procesamientos.
“Mi marido lleva un mes encarcelado indebida e ilegalmente. Esto ha sido devastador para nosotros”, ha dicho Hatice Kiliç, esposa de Taner.
“Quiero dar las gracias en nombre de mi esposo y mi familia a todas las personas que nos han apoyado durante este tiempo, y espero que todo este gran esfuerzo en su favor continúe hasta que Taner sea puesto en libertad.”