Myanmar: La liberación de los estudiantes debe ser el principio del fin de la represión

La puesta en libertad de decenas de manifestantes estudiantiles en Myanmar supone un paso adelante para los derechos humanos que debería allanar el camino para que el nuevo gobierno ponga en libertad al resto de los presos de conciencia y modifique o derogue todas las leyes que provocan detenciones arbitrarias, ha dicho Amnistía Internacional.
Hoy, el Tribunal de Tharawaddy (Myanmar) retiró los cargos contra decenas de estudiantes que se enfrentaban a penas de prisión por participar en protestas en su mayoría pacíficas en marzo de 2015. La decisión se produjo después de que el nuevo gobierno anunciara el 7 de abril que trataría de poner en libertad a todos los presos de conciencia lo antes posible.
“Que hoy hayan quedado en libertad la mayoría de los manifestantes estudiantiles supone un enorme paso adelante para los derechos humanos en Myanmar. Nos alegra mucho que estos hombres y mujeres estén libres. Esta medida da a entender claramente la intención del nuevo gobierno de poner fin a la etapa de detenciones y encarcelamientos por motivos políticos en Myanmar. Ahora esperamos impacientes que todos los demás presos de conciencia sean puestos en libertad, incluidos los estudiantes que tienen cargos pendientes en otros tribunales. El nuevo gobierno debe garantizar que no queda en la cárcel ningún preso de conciencia”, ha dicho Laura Haigh, investigadora de Amnistía Internacional sobre Myanmar.
“Sin duda, la liberación de presos no es más que un primer paso: la Liga Nacional para la Democracia también debe reformar el represivo marco legal del país, que desde hace ya demasiado tiempo viene utilizándose para reprimir la disidencia. Mientras esas leyes sigan vigentes, los activistas y defensores de los derechos humanos seguirán en peligro de ser encarcelados por el mero hecho de expresar sus opiniones. Por suerte, la Liga Nacional para la Democracia ha reconocido la necesidad de revocar y modificar las leyes represivas, y estamos deseando ver al gobierno actuar en consecuencia.
“La nueva administración también debe tener como objetivo garantizar apoyo y rehabilitación a las personas que han quedado en libertad con la amnistía de hoy, y también a las muchas otras que, antes que ellas, fueron encarceladas injustamente.”
Información complementaria
Al menos cinco dirigentes estudiantiles con cargos pendientes en otros tribunales siguen detenidos en espera de que se retiren los cargos. Se trata de Phyoe Phyoe Aung, James (alias Lin Htet Naing), Nandar Sitt Aung, Kyaw Ko Ko y Myint Thwe Thit.
El 24 de marzo de 2016, Amnistía Internacional publicó un informe sobre encarcelamientos por motivos políticos en Myanmar en el que ponía de manifiesto el preocupante menoscabo que sufren las libertades de expresión, asociación y reunión pacífica, recientemente conseguidas en el país, desde comienzos de 2014. Desde entonces, cientos de personas han sido arrestadas, acusadas, detenidas arbitrariamente o encarceladas por motivos políticos. Entre ellas hay manifestantes estudiantiles, activistas políticos, trabajadores de medios de comunicación y defensores de los derechos humanos, en particular activistas que defienden los derechos laborales y el derecho a la tierra.
En el informe se destaca cómo las autoridades han utilizado leyes antiguas y nuevas para silenciar la disidencia, apoyándose para ello en toda una serie de tácticas a fin de mantener a activistas y defensores de los derechos humanos detenidos o encarcelados durante largos periodos, creando un clima de temor entre los defensores de los derechos humanos y otros activistas del país.