INDULTADO Y EN LIBERTAD EL POETA MOHAMMED AL-AJAMI

El poeta qatarí Mohammed al-Ajami, que era preso de conciencia, fue puesto en libertad el 15 de marzo, cuando el emir de Qatar lo indultó sin condiciones.

El poeta qatarí , conocido también como Ibn al-Dheeb, que se hallaba recluido en la Prisión Central, al suroeste de la capital de Qatar, Doha, fue puesto en libertad el 15 de marzo a las siete y media de la tarde, tras concederle el emir un indulto incondicional. Habló con su abogado tras quedar en libertad y le dijo que expresara su agradecimiento a todas las organizaciones que habían hecho campaña en su favor.
Mohammed al-Ajami estaba en Egipto, estudiando literatura árabe en la Universidad de El Cairo, cuando, el 24 de agosto de 2010, recitó un poema (“El poema de El Cairo”) en su apartamento ante un grupo de alrededor de siete personas, de las cuales conocía sólo a unas tres. Recitó el poema en respuesta a uno que acababa de recitar otro miembro del grupo. Una de las siete personas lo grabó y lo colgó en YouTube, donde se difundió ampliamente.
El poeta fue detenido el 16 de noviembre de 2011 por agentes de los servicios de Seguridad del Estado a su regreso de El Cairo. Estuvo recluido en régimen de incomunicación durante tres meses antes que se le permitiera recibir visitas de su familia y su abogado. A lo largo de la fase de instrucción y a pesar de las peticiones dirigidas al juez por el modo en que estaba siendo tratado, estuvo recluido en régimen de aislamiento en una celda tan pequeña que no podía tumbarse sin chocar con el retrete. Durante este periodo de aislamiento, los interrogadores lo obligaron a firmar un documento que se utilizó posteriormente para conseguir que fuera declarado culpable, en el que decía que había recitado el poema en un lugar público.
El 26 de marzo de 2012 comenzó su juicio, ante el Tribunal Penal de Doha, acusado de “incitar públicamente a derrocar el sistema de gobierno”, “cuestionar públicamente la autoridad del emir” y “calumniar públicamente a la persona del príncipe heredero” (cargos que, considerados conjuntamente, se denominan a veces “insultos al emir”) por haber compuesto el Poema de El Cairo y recitarlo en reuniones públicas. El juicio se celebró en secreto sin ofrecer ninguna explicación y a pesar de las objeciones de su abogado. Violando el principio de independencia del poder judicial, en virtud del cual los funcionarios con funciones judiciales han de ser completamente independientes de los responsables de formular la acusación, el presidente del tribunal llevó también a cabo la instrucción de la causa. El presidente del tribunal rechazó las objeciones presentadas por ello e impidió que el poeta fuera defendido por el abogado de su elección, imponiéndole otro.
Mohammed al-Ajami fue condenado el 29 de noviembre de 2012 a cadena perpetua, pena que el 25 de febrero de 2013 se le redujo en apelación a 15 años de prisión. El Tribunal de Casación confirmó la sentencia el 20 de octubre de 2013.
Tres expertos de derechos humanos de la ONU emitieron el 20 de octubre de 2015 una declaración conjunta pidiendo que Mohammed al-Ajami fuera puesto en libertad y señalando que los motivos y las disposiciones jurídicas presentados por las autoridades para justificar su detención y su condena eran contrarios a la Declaración Universal de Derechos Humanos. Dijeron que penalizar las críticas a figuras del Estado es incompatible con las normas internacionales, que protegen el derecho a la libertad de opinión y de expresión, incluso en forma de arte, y a participar en la vida cultural.