Se hacen públicas fotos sobre tortura: Estados Unidos debe abrir investigaciones penales

WASHINGTON – El Departamento de Defensa estadounidense dio a conocer hoy casi 200 fotografías que no se habían distribuido sobre tortura y otros malos tratos infligidos a presos por las fuerzas estadounidenses. Quedan cientos de fotos y documentos que siguen sin ver la luz. Amnistía Internacional ha documentado numerosos casos de abusos en los lugares de detención de Estados Unidos, también en Irak y Afganistán, entre los años 2002 y 2006. A pesar de la abrumadora cantidad de indicios que se conocen públicamente, hasta la fecha altos funcionarios estadounidenses han eludido ser investigados o procesados por las autoridades de este país, incluso en casos en que ellos mismos han revelado información sobre su propia culpabilidad o la presunta culpabilidad de terceros en el uso de la tortura. Aunque se ha formado consejo de guerra a algunos miembros del ejército estadounidense por ciertos abusos, en su mayoría se ha tratado de soldados de baja graduación, y los altos mandos continúan impunes. Naureen Shah, directora del Programa de Seguridad y Derechos Humanos de Amnistía Internacional Estados Unidos, ha declarado: “Las fotos dadas a conocer hoy ilustran sólo un pequeño fragmento de la historia de terror real en que consistió la práctica de la tortura por el gobierno de Estados Unidos. Los fiscales deben analizar estos y otros documentos en busca de indicios de tortura y otros malos tratos. Estas fotos no sólo recuerdan la tortura infligida por el personal estadounidense, sino que pueden aportar nuevas pruebas de actuación delictiva. “Los fiscales deben reabrir de inmediato las investigaciones sobre tortura y otras violaciones de derechos humanos y ampliarlas. El Departamento de Justicia tiene tendencia a ignorar nuevos indicios de delitos cometidos en el pasado, como sucedió con el informe completo de tortura del Senado publicado el año pasado. El sistema de justicia militar carece de independencia y no puede hacer justicia en este caso. “La tortura infligida por Estados Unidos no fue sólo obra de "unas pocas manzanas podridas": se trató de una práctica sistémica y ordenada desde las más altas instancias del gobierno. Las autoridades del gobierno y el ejército estadounidense y otras personas que idearon, autorizaron y ordenaron prácticas abusivas e ilícitas llevadas a cabo por las fuerzas estadounidenses deben responder por ello. Debe haber detenciones y enjuiciamientos. Estados Unidos no puede ser considerado –y, francamente, no lo será– adalid de los derechos humanos si sigue haciendo la vista gorda ante sus propios abusos. “Las personas que han sufrido a manos de personal estadounidense no han podido dirigirse a ningún sitio en búsqueda de verdad y justicia." Amnistía Internacional, premiada con el Nobel de la Paz, es un movimiento global de más de 7 millones de personas que trabajan por un mundo en el que todas y todos disfrutan de los derechos humanos. La organización investiga y saca a la luz abusos, educa y moviliza a la opinión pública, y trabaja para proteger a las personas en los lugares en los que se les niegan la justicia, la libertad y la dignidad.