La nueva legislación sobre delitos informáticos, cuya entrada en vigor está prevista para el 12 de enero de 2016, añadirá otra capa más al entramado de disposiciones legales que ya limitan el derecho a la libertad de expresión de la población kuwaití y debe ser reformada con urgencia; así lo ha afirmado hoy Amnistía Internacional.
Entre otras cosas, la ley penaliza la expresión en línea sobre una diversidad de asuntos, en particular las críticas al gobierno, a líderes religiosos o a dirigentes políticos extranjeros. Decenas de personas en Kuwait ya han sido detenidas y procesadas en aplicación de otra legislación por publicar comentarios de esta índole en medios sociales como Twitter.
“Esta represiva ley es el último eslabón defectuoso de una maraña de disposiciones legales concebida para amordazar la libertad de expresión”, ha dicho Said Boumedouha, director adjunto del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África.
“Como en cualquier otra parte del mundo, la población kuwaití tiene derecho a expresar pacíficamente su opinión, incluidas críticas al gobierno de su país u otro en Internet, sin temor a sufrir cárcel por ello.”
La ley reproduce disposiciones de ambigua definición contenidas en defectuosas leyes que se remontan a 1970 y 2006, que penalizan múltiples actos de expresión pacífica que puedan interpretarse como críticas a autoridades del gobierno y el poder judicial, figuras religiosas y dirigentes de gobiernos regionales. Estas leyes ya venían aplicándose para restringir la expresión pacífica en Kuwait.
Con la promulgación de la nueva ley, expresar pacíficamente las propias opiniones por Internet podrá penarse hasta con 10 años de cárcel en Kuwait.
El texto se refiere a actos que en determinadas circunstancias podrían ser delitos comunes reconocibles, como el acceso no autorizado a una red electrónica, la manipulación de datos –por ejemplo a través de la falsificación–, la divulgación de información obtenida ilegalmente y el uso de Internet para traficar. Pero mezcla esta clase de actividades con actos de expresión pacífica.
La nueva legislación choca también con el derecho internacional, que exige una definición clara y precisa de los delitos. Atenta contra la resolución adoptada en 2014 por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU sobre la promoción, protección y disfrute de los derechos humanos a través de Internet, en la que pedía a los Estados que “abordar[an] las preocupaciones relativas a la seguridad en Internet de conformidad con sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos”, incluida la protección de la libertad de expresión.
“Las autoridades kuwaitíes no deben aplicar esta ley hasta que una reforma garantice su compatibilidad con las obligaciones internacionales de Kuwait en materia de derechos humanos”, ha dicho Said Boumedouha.
“Esta ley no es acorde al siglo XXI. Su espíritu y, desde luego, su letra son retrógrados y se basan simplemente en anterior legislación represiva. La población kuwaití se merece algo mejor.”
En diciembre de 2015, Amnistía Internacional instó al gobierno de Kuwait a revisar toda la legislación relativa a la libertad de expresión, tanto en discursos como en medios impresos o electrónicos, para ponerla en consonancia con las leyes y normas internacionales de derechos humanos.
Información complementaria
Amnistía Internacional expuso sus motivos de preocupación y recomendaciones relativas a la libertad de expresión pacífica en Kuwait en su informe The iron fist policy: Criminalization of peaceful dissent in Kuwait, publicado en diciembre de 2015.
Ayad Khaled al Harbi, periodista y preso de conciencia de 26 años, lleva en prisión desde octubre de 2014 en relación con unos mensajes de Twitter que se consideraron críticos con el gobierno y el emir de Kuwait y que reproducían las palabras de un destacado opositor del gobierno, Musallam al Barrak, y con unos poemas que contenían críticas sobre los dirigentes árabes.
El bloguero Hamad al Naqi está cumpliendo 10 años de prisión por publicar en Twitter comentarios en los que se consideró que criticaba a los dirigentes de Bahréin y Arabia Saudí, así como otros mensajes en los que supuestamente “injuriaba” al islam. Es preso de conciencia.
El preso de conciencia Abdullah Fairouz, defensor de los derechos humanos y activista político, cumple cinco años de cárcel por haber publicado mensajes en Twitter diciendo que quienes vivían en palacios reales no deberían ser inmunes al procesamiento.
El 28 de julio de 2014, el abogado Khaled al Shatti publicó en Twitter una condena velada de los miembros del grupo armado autodenominado Estado Islámico. El 17 de diciembre, un Tribunal de Delitos Menores le impuso un año de prisión de ejecución inmediata por injurias a la religión. No obstante, el Tribunal de Apelación suspendió la ejecución de la pena hasta que dictara su sentencia. En caso de ser encarcelado, Khaled al Shatti será preso de conciencia.