La crisis global de refugiados de 2015.

En el año 2015 se ha producido la peor crisis de refugiados de la historia reciente, siendo más de 19,5 millones las personas refugiadas que hay en el mundo. Un número sin precedentes de personas ha llegado a las costas de Europa, aunque los países de Oriente Medio, el Sudeste Asiático y África siguen acogiendo a la mayoría de los refugiados en el mundo. Amnistía pide que la comunidad internacional aborde la crisis mundial de refugiados de forma radicalmente distinta a partir de 2016.
Enero: Las autoridades libanesas cierran sus fronteras a las personas refugiadas procedentes de Siria e imponen cada vez más restricciones a los 1,1 millones de refugiados que ya están en Líbano. Es un duro recordatorio de que la comunidad internacional debe hacer más para ayudar a los países de acogida desbordados.
Febrero: La sucesión de tragedias en el mar pone al descubierto los fracasos de las operaciones europeas de búsqueda y salvamento. Este hecho culmina con la muerte de 300 personas en alta mar, cerca de la isla italiana de Lampedusa.
Marzo: Aunque el mundo centra su atención en las personas refugiadas y migrantes que llegan a las costas europeas, Amnistía nos recuerda que los refugiados procedentes de Siria también luchan por sobrevivir en Líbano, Jordania, Turquía, Irak y Egipto.
Abril: En África, las tensiones y la violencia por motivos políticos aumentan en Burundi, provocando que miles de personas huyan a los países vecinos de Tanzania, Ruanda, República Democrática del Congo y Uganda.
Mayo: La atención mundial se desplaza al Sudeste Asiático. Alrededor de 8.000 bangladeshíes y rohingyas que sufren persecución en Myanmar son abandonados, sin alimentos ni agua, en barcos a la deriva cerca de las costas de Tailandia y Malasia.
Junio: El 20 de junio se celebra el Día Mundial del Refugiado: desde Líbano a Kenia, del mar de Andamán al Mediterráneo; Amnistía deja bien claro que la única solución a la crisis de refugiados pasa por una respuesta global.
Julio: Las devoluciones "en caliente" y las expulsiones, así como la ausencia de rutas seguras y legales hacia los países de la Unión Europa, dejan a miles de personas atrapadas en un limbo legal en los Balcanes.
Agosto: Mientras que los gobiernos discuten sobre quién es responsable de los cientos de miles de personas refugiadas y migrantes que acaban de llegar a Europa, voluntarios y activistas desde Hungría hasta Grecia o Calais dan apoyo a los refugiados con alimentos, ropa, sacos de dormir y una cálida bienvenida.
Septiembre: Las impactantes imágenes del cuerpo del niño sirio Aylan Kurdi movilizan a la gente a la acción. Las marchas de bienvenida a las personas refugiadas (Refugees Welcome) son un ejemplo de ello. Bajo la obvia presión de la Unión Europea para impedir la migración irregular, Turquía detiene ilegítimamente a refugiados y finalmente los expulsa a Siria e Irak.
Octubre: Salen a la luz indicios alarmantes que sugieren que funcionarios australianos pagaban a traficantes de personas para que regresaran a Indonesia con los barcos llenos de solicitantes de asilo, lo que ponía en peligro las vidas de las mujeres, hombres y menores a bordo.
Noviembre: Las fronteras se refuerzan aún más, a medida que Macedonia, Serbia y Croacia introducen nuevos controles fronterizos. Más de 5.000 refugiados sirios quedan atrapados en una zona desértica en la frontera entre Jordania y Siria al negarles Jordania la entrada al país, y cada día llegan cientos de personas más.
Diciembre: Aunque el número de plazas de reasentamiento que se ofrecen en el mundo continúa siendo decepcionantemente bajo, Canadá brinda un final de año inspirador al dar una cálida bienvenida a los primeros centenares del total de 25.000 refugiados sirios que ha previsto recibir a principios de 2016.