Noruega: El Nobel de la Paz concedido al Cuarteto Tunecino para el Diálogo Nacional, merecido premio a la lucha por los derechos y las libertades

El premio Nobel de la Paz recién concedido al Cuarteto Tunecino para el Diálogo Nacional es un merecido reconocimiento del trabajo de sus miembros para fortalecer la sociedad civil y los derechos humanos en una sociedad que aún lucha contra un legado de decenios de represión y abusos; así lo ha afirmado hoy Amnistía Internacional.
La organización ha trabajado con tres de los cuatro miembros del Cuarteto –que lleva decenios en la vanguardia de la lucha para defender los derechos humanos de los tunecinos– y ha defendido abiertamente sus derechos.
“Es un reconocimiento importante del papel fundamental que puede representar la sociedad civil en un país que ha sufrido durante años una dictadura y violaciones de derechos humanos”, ha afirmado Salil Shetty, secretario general de Amnistía Internacional.
“Estas organizaciones fueron amenazadas continuamente por el gobierno antes de la sublevación de 2011, y demostraron gran valentía en medio de la represión. En los difíciles años que siguieron, se mantuvieron firmes en la defensa abierta de los derechos humanos y el Estado de derecho.”
“Mientras la sombra de los ataques de los grupos armados se cierne sobre Túnez, este reconocimiento del Comité Nobel es una señal de esperanza para un país que afronta grandes retos cara al futuro.”
Uno de los miembros del Cuarteto, la Unión General de Trabajadores Tunecinos (Union Générale Tunisienne du Travail, UGTT), luchó valientemente por la mejora de las condiciones laborales, incluso para las mujeres, cuando había una grave situación de desempleo en Túnez, que fue uno de los principales desencadenantes de la sublevación general en 2011.
Otro de sus miembros, la Liga Tunecina de Derechos Humanos (Ligue Tunisienne pour la Défense des Droits de l’Homme, LTDH) está entre los grupos de derechos humanos más antiguos de África y del mundo árabe, y sufrió acoso continuo durante la presidencia de Ben Alí.
Un tercer miembro, el Colegio Nacional de Abogados de Túnez (Ordre National des Avocats de Tunisie), prosiguió su labor a pesar de la represión y los intentos de silenciamiento.