Tanto los talibanes como las fuerzas de seguridad afganas deben garantizar que se protege a la población civil de conformidad con el derecho internacional y que no se ataca a ninguna persona en represalia por su trabajo, ha declarado Amnistía Internacional al observar que se intensifican los combates en la provincia septentrional de Kunduz.
Continúan los intensos combates en Kunduz después de que los talibanes lanzasen esta mañana una gran ofensiva contra la capital de la provincia. Según noticias sin confirmar, ha habido víctimas civiles y los talibanes están haciéndose con el control de edificios oficiales, incluido un hospital público.
“Los talibanes ya han mostrado muchas veces en el pasado su cruel indiferencia por la vida humana, y la población civil suele llevarse la peor parte de los ataques. Ante el recrudecimiento de los combates en Kunduz, todas las partes deben garantizar que se protege a la población civil y a los bienes de carácter civil con arreglo al derecho internacional humanitario, por el que deben regirse todas las partes en un conflicto armado”, afirmó Horia Mosadiq, investigadora de Amnistía Internacional sobre Afganistán.
“Atacar de forma deliberada a civiles que no participan directamente en las hostilidades y lanzar ataques indiscriminados o desproporcionados constituyen crímenes de guerra”.
“Los talibanes no deben atacar a civiles simplemente por el trabajo que llevan a cabo –sean periodistas, profesores, funcionarios del Estado o activistas– y deben asegurarse de que no se toman represalias contra ellos.”
“Las noticias de que los talibanes ya han enviado a combatientes armados a un hospital provincial público son sumamente preocupantes. El derecho internacional establece que los hospitales son lugares de refugio y que debe permitirse al personal médico realizar su vital trabajo de salvar vidas sin la amenaza de sufrir violencia o injerencias indebidas.”