El ataque armado perpetrado en un museo del centro de Túnez capital, que ha matado al menos a 19 personas, según el primer ministro tunecino, y herido a muchas más, revela una absoluta falta de respeto por la vida, ha manifestado Amnistía Internacional.
La organización pide a las autoridades que garanticen que se detiene y se pone a disposición judicial a todos los implicados en la planificación y ejecución de este atentado.
“No debe permitirse que este mortal atentado, absolutamente deplorable en sí mismo, arruine lo que para muchos observadores es el mayor éxito de transición del autoritarismo al Estado de Derecho y el respeto de los derechos humanos de la región”, ha señalado Hassiba Hadj Sahraoui, directora adjunta del Programa Regional de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.
“La mejor respuesta a esta atrocidad es llevar a los responsables ante la justicia para que sean sometidos a un juicio justo. La vuelta a las medidas draconianas con que se pisoteaban los derechos humanos en la época de Ben Ali no haría más que aumentar la tragedia de este crimen y, probablemente, redundaría en beneficio de quienes intentan menoscabar el proceso de transición de Túnez.”
Las fuerzas de seguridad mataron a dos hombres armados en el lugar del atentado, el museo del Bardo, situado junto al Parlamento tunecino. Están buscando todavía cómplices, y ningún grupo se ha responsabilizado aún del ataque.
Según declaraciones del primer ministro tunecino, Habib Essid, entre las personas que han resultado muertas hay dos tunecinos, entre ellos un agente de policía, y varios ciudadanos italianos, españoles, polacos y alemanes.